Varios muertos en un nuevo brote de violencia en Moldavia

Varias personas resultaron muertas ayer en Moldavia en un nuevo episodio de violencia provocada por el enfrentamiento entre las autoridades de Kishiniov y los rebeldes rusoparlantes del Transdniéster, que el primero de diciembre pasado declaró unilateralmente su independencia. Los choques armados se produjeron en la mañana del viernes en la ciudad de Dubossari entre la policía moldava y grupos armados del Transdniéster.El número de muertos varía, según las fuentes, entre un mínimo de tres y un máximo de trece. También numerosas personas resultaron heridas durante el tiroteo que estalló entre m...

Varias personas resultaron muertas ayer en Moldavia en un nuevo episodio de violencia provocada por el enfrentamiento entre las autoridades de Kishiniov y los rebeldes rusoparlantes del Transdniéster, que el primero de diciembre pasado declaró unilateralmente su independencia. Los choques armados se produjeron en la mañana del viernes en la ciudad de Dubossari entre la policía moldava y grupos armados del Transdniéster.El número de muertos varía, según las fuentes, entre un mínimo de tres y un máximo de trece. También numerosas personas resultaron heridas durante el tiroteo que estalló entre moldavos y rusoparlantes. Las causas que se atribuyen a este choque son diametralmente opuestas, según quién explique los sucesos.

El primer ministro moldavo, Valeriu Muravschi, se desplazó rápidamente a Dubossari para entrevistarse con Igor Smirnov, el líder del Transdniéster, y tratar de aliviar la tensión existente. Por su parte, el presidente moldavo, Mircea Snegur, que se encontraba en Misnk, en una gira por las capitales de las repúblicas fundadoras de la Comunidad de Estados Independientes, regresó apresuradamente a Kishiniov.

El conflicto entre Kishiniov y Tiráspol se debe fundamentalmente a que los eslavos del Transdniéster no desean formar parte de una Moldavia independiente que, tarde o temprano, según afirman los líderes del nacionalista Frente Popular, se unirá a Rumania.

Los rusohablantes, al igual que los gagaúzos, pueblo turco de religión cristiana que vive en el sur de la república, desean seguir formando parte de la unión o comunidad que reemplazará a la URSS.