Un hijo de la birmana Suu Kyi recogió el Nobel de la Paz

Aung San Suu Kyi, galardonada este año con el premio Nobel de la Paz, no pudo estar presente en la ceremonia de entrega efectuada al mediodía de ayer en la sede del Ayuntamiento de Oslo por impedírselo la junta militar que gobierna su país. En su lugar lo recibió su hijo mayor, Alexander, de 18 años, que manifestó: "Voy a hacer lo posible por transmitir a ustedes los sentimientos que seguramente habría expresado mi madre. Este premio no es suyo, sino que pertenece a todos los hombres y mujeres que en mi país arriesgan la vida por la libertad. A pesar de la represión y de la tortura, el pueblo ...

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Aung San Suu Kyi, galardonada este año con el premio Nobel de la Paz, no pudo estar presente en la ceremonia de entrega efectuada al mediodía de ayer en la sede del Ayuntamiento de Oslo por impedírselo la junta militar que gobierna su país. En su lugar lo recibió su hijo mayor, Alexander, de 18 años, que manifestó: "Voy a hacer lo posible por transmitir a ustedes los sentimientos que seguramente habría expresado mi madre. Este premio no es suyo, sino que pertenece a todos los hombres y mujeres que en mi país arriesgan la vida por la libertad. A pesar de la represión y de la tortura, el pueblo de Myanmar Oa antigua Birmania) puede sentirse orgulloso porque sabe que sus sufrimientos han sido escuchados incluso en este lejano país".El presidente del comité Nobel noruego, Francis Sejersted, hizo entrega al joven de la medalla de oro y el cheque por seis millones de coronas (unos 100 millones de pesetas) y el hijo menor, Kim, de 14 años, recibió el diploma correspondiente. Los asistentes a la ceremonia, presidida por un gran retrato de Suu Kyi, prorrumpieron entonces en una prolongada ovación. Sejersted dijo que "los seres humanos corrientes sentimos que el coraje y los ideales de Aung San Suu Kyi nos impulsan a extraer de nosotros lo mejor que poseemos", y formuló un llamamiento a la conciencia de todos para seguir el ejemplo de la lucha emprendida por aquélla con métodos pacíficos, con humildad y valentía. Así, dijo el presidente del comité Nobel, haremos un mundo mejor.

[Mientras la familia de Aung San Suu Kyi recibía el premio, tropas armadas con metralletas dispersaban a cerca de 2.000 birmanos que se manifestaban en Rangún contra la detención domiciliaria de Suu Kyi, informa Reuter.]

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