El sínodo de obispos inicia hoy sus trabajos sobre la polémica nueva evangelización en Europa

Un centenar de obispos europeos se reúnen desde hoy y hasta el próximo 14 de diciembre en Roma para abordar, en sínodo y bajo la presidencia de Juan Pablo II, la nueva evangelización de Europa. La asamblea se inicia bajo el signo de la polémica. Las críticas más duras provienen de teólogos como el suizo Hans Küng, quien ha señalado que las tesis del Papa sobre Europa son de "reconquista medieval". La Iglesia ortodoxa rusa, por su parte, no envía "delegados fraternos" al sínodo -por la competencia católica en su país- y dentro de los propios obispos hay visiones distintas sobre esta nueva evang...

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Un centenar de obispos europeos se reúnen desde hoy y hasta el próximo 14 de diciembre en Roma para abordar, en sínodo y bajo la presidencia de Juan Pablo II, la nueva evangelización de Europa. La asamblea se inicia bajo el signo de la polémica. Las críticas más duras provienen de teólogos como el suizo Hans Küng, quien ha señalado que las tesis del Papa sobre Europa son de "reconquista medieval". La Iglesia ortodoxa rusa, por su parte, no envía "delegados fraternos" al sínodo -por la competencia católica en su país- y dentro de los propios obispos hay visiones distintas sobre esta nueva evangelización.

La celebración de este sínodo fue anunciada por Juan Pablo II durante su visita a Checoslovaquia -en la primavera de 1990-, país en el que el Papa extendió e certificado de defunción del comunismo en los países del Este. Desde entonces, la celebración de esta asamblea episcopal ha sido objeto de alabanzas y críticas.Entre los sectores progresistas de la Iglesia, la convocatoria del sínodo ha sido acogida con cierto escepticismo, tras acontecimientos como la apuesta política de la jerarquía católica en Polonia -que el Papa no ha desautorizado- en apoyo electoral abierto a partidos confesionales y contrarios a la separación entre la Iglesia y el Estado de aquel país. Entre los propios obispos católicos existen sensibilidades distintas sobre la evangelización.

Sin embargo, el primer jarro de agua fría sobre el sínodo provino del Patriarcado de Moscú. El patriarca Alexéi acusó de "descarado proselitismo" a la Iglesia católica en su país.

Los ortodoxos rumanos tampoco acuden y una posición similar, aunque no oficial, es la de búlgaros y griegos. En unas declaraciones a la agencia italiana Adista, Spiridon Papageorgiu, obispo perteneciente al Patriarcado de Constantinopla -que sí enviará "delegados fraternos"-, manifestó: "La Iglesia rusa [ortodoxa] se siente un poco agredida al ver cómo se destinan obispos católicos que deberán tener cuidado pastoral para fieles que en realidad no existen".

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