Tribuna:

La sombra de la resignación

¿Dónde está el conocimiento que se pierde en la información y dónde está la sabiduría que se pierde en el conocimiento?, se preguntaba un poeta británico en un esfuerzo explicativo cuyas hipótesis de partida encajan en el peculiar mundo de la inversión.En el mundo de la Bolsa, la sabiduría adquiere su expresión mas árida. Consiste básicamente en predecir el futuro sin despejar incertidumbres generales. Es decir, el arte de obtener posiciones de ventaja de una forma selectiva sin contar con el ambiente; de optimizar el rendimiento de tu cartera sin pensar en lo que pueda ocurrirle al vecino. En...

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¿Dónde está el conocimiento que se pierde en la información y dónde está la sabiduría que se pierde en el conocimiento?, se preguntaba un poeta británico en un esfuerzo explicativo cuyas hipótesis de partida encajan en el peculiar mundo de la inversión.En el mundo de la Bolsa, la sabiduría adquiere su expresión mas árida. Consiste básicamente en predecir el futuro sin despejar incertidumbres generales. Es decir, el arte de obtener posiciones de ventaja de una forma selectiva sin contar con el ambiente; de optimizar el rendimiento de tu cartera sin pensar en lo que pueda ocurrirle al vecino. En la sesión que cierra la semana, la sombra de la resignación se extendió nuevamente a pesar del remonte en los mercados internacionales. En Tokio subyace la reciente etapa de ligera euforia, mientras las plazas europeas consiguen salir de los efectos de las huelgas en Italia y Francia.

La reactivación suave, exigida más que pronosticada por el Ministerio de Economía para 1992, es ahora la variable interior de mayor peso. Se trata de no romper la actual corrección de los desequilibrios; pero, aun así, la Bolsa lo descuenta como un frenazo.

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