Docentes y padres de alumnos acusan a una maestra de "embrujar" a sus hijos

El consejo escolar y el equipo directivo del colegio de EGB Cristóbal García Blairzy, ubicado en el municipio de Gran Tarajal, en el sur de Fuerteventura, han presentado su dimisión en señal de protesta por la conducta de la profesora del mismo centro, María del Carmen Beloso Martínez. Varios padres de alumnos se han negado a enviar a sus hijos a clase por entender que la maestra "embruja" a los niños con prácticas espiritistas e historias alucinantes. Manuel de los Reyes Hernández, inspector general de la Consejería de Educación del Gobierno canario, realizó en la tarde de ayer una investigac...

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El consejo escolar y el equipo directivo del colegio de EGB Cristóbal García Blairzy, ubicado en el municipio de Gran Tarajal, en el sur de Fuerteventura, han presentado su dimisión en señal de protesta por la conducta de la profesora del mismo centro, María del Carmen Beloso Martínez. Varios padres de alumnos se han negado a enviar a sus hijos a clase por entender que la maestra "embruja" a los niños con prácticas espiritistas e historias alucinantes. Manuel de los Reyes Hernández, inspector general de la Consejería de Educación del Gobierno canario, realizó en la tarde de ayer una investigación ocular en dicho colegio.Beloso Martínez, a quien se conoce como Maruxa, llegó a Gran Tarajal hace siete años, trasladada desde su Galicia natal, para impartir clases en dicho centro. Desde el principio, recuerda el director dimisionario, Juan Miguel González, "esta mujer ha tenido problemas con los profesores, los alumnos, el personal no docente y hasta con los vecinos". Según publica el periódico local Malpaís, citando testimonios de padres de escolares, Beloso Martínez ha practicado con sus alumnos la güija (juego paranormal en el que se utiliza un vaso para invocar los espíritus) y ha expulsado de la clase a un niño alegando que estaba poseído por un espíritu negativo.

Este periódico no logró ayer ponerse en contacto con la maestra. La persona que atendió al teléfono del colegio respondió que Beloso Martínez no podía ser molestada porque estaba en clase. Fuentes de la oficina insular de la Consejería de Educación en Fuerteventura señalaron que "tras las averiguaciones pertinentes no se ha podido demostrar nunca que la maestra haya realizado en el aula estas conductas de que se le acusa".

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