Los escolares de 3 años centrarán su actividad en juegos didácticos

Los juegos con finalidad didáctica serán la actividad fundamental de los 50.000 niños de tres años que por primera vez incorporaron ayer a un colegio público. Su jornada se inicia a las 9 de la mañana, intercalando el recreo con la plastilina, la música y el ejercicio. "Hay que empezar por aprender a coger el lápiz", dice Fulgencio Álvarez, director del colegio público Manuel Saenz de Vicuña, en el barrio madrileño de Moratalaz, uno de los centros acreditados por el Ministerio de Educación y Ciencia para la escolarización a partir de los tres años, que ya puso en práctica el curso pasad...

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Los juegos con finalidad didáctica serán la actividad fundamental de los 50.000 niños de tres años que por primera vez incorporaron ayer a un colegio público. Su jornada se inicia a las 9 de la mañana, intercalando el recreo con la plastilina, la música y el ejercicio. "Hay que empezar por aprender a coger el lápiz", dice Fulgencio Álvarez, director del colegio público Manuel Saenz de Vicuña, en el barrio madrileño de Moratalaz, uno de los centros acreditados por el Ministerio de Educación y Ciencia para la escolarización a partir de los tres años, que ya puso en práctica el curso pasado.Cuarenta pequeños han conseguido matrícula en este colegio. Otros 30 se han quedado fuera porque el ministerio no accedió a crear el aula solicitada para hacer frente a la demanda, según afirma Fulgencio Álvarez. "La diferencia con una guardería es que el sistema educativo ve al niño como un educando en ciernes, mientras que la primera funciona más como un sistema asistencial", explica.

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El primer día de curso en el Sáenz de Vicuña todos, aparecen satisfechos. Las madres, con la integración de sus pequeños en el sistema escolar desde la edad de tres años. "Vaya que si aprenden", dice Adela Menéndez, respecto a su hija Ana Belén. "Se nota muchísimo cuando los niños se integran en EGB sin pasar antes por una educación preescolar", apostilla Inés Ruiz, con dos hijos en el centro.

Algunos inconvenientes

Para Carmen, madre de una niña de tres años escolarizada en un centro de Fuencarral, su colegio cuenta con mejores instalaciones que la guardería privada a la que asistía. "Es más barato, pero los horarios se ajustan menos a mis necesidades. Mientras las guarderías privadas recogen a los niños antes de las 9 de la mañana, el horario del colegio obliga a muchas madres a llegar tarde a su trabajo. Además, aquí hay más niños por clase y me da miedo que la niña pueda estar menos atendida", explica.

Aunque en los dos años, el curso ha empezado "en precario", admite Fulgencio Álvarez, en cuestión de dos meses el ministerio se encarga de dotarlo. El mayor problema, este año y el pasado, es que los nuevos alumnos de tres años están a la espera de aulas especiales para ellos y deben escolarizarse en dos habilitadas de EGB. "Pero este es un tenia que compete al ayuntamiento y esperamos que se solucione en breve" confía el director del colegio.

Fulgencio Álvarez estima que, además del profesorado reglamentario -uno especia¡izado por unidad y otro de apoyo por cada seis unidades-, sería bueno contar con un cuidador, dadas las necesidades de un niño de tres años.

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