Robert Gallo presenta nuevas pruebas de que el sida procede de África

Unas pruebas víricas realizadas a monos africanos suponen la más clara evidencia hasta el momento de que el sida se originó en África, según dijo ayer el investigador sobre el sida Robert Gallo. La declaración de este científico es el más reciente paso en una controversia desarrollada durante años acerca del origen de la enfermedad, que afecta ahora a personas de todos los continentes.

Los científicos han creído durante mucho tiempo que el virus HIV que causa el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida se originó en África, pero muchos africanos consideraron las pruebas inconsistente...

Unas pruebas víricas realizadas a monos africanos suponen la más clara evidencia hasta el momento de que el sida se originó en África, según dijo ayer el investigador sobre el sida Robert Gallo. La declaración de este científico es el más reciente paso en una controversia desarrollada durante años acerca del origen de la enfermedad, que afecta ahora a personas de todos los continentes.

Los científicos han creído durante mucho tiempo que el virus HIV que causa el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida se originó en África, pero muchos africanos consideraron las pruebas inconsistentes.

Gallo declaró, en un encuentro de la Sociedad Farmacéutica Británica, que Beatrice Hahn, una investigadora de la Universidad de Alabama, se presentó en su laboratorio en Estados Unidos con pruebas de un virus tomadas de varios monos salvajes africanos que eran virtualmente idénticas al virus humano HIV.

"El virus del mono es la prueba más cercana encontrada por el momento al HIV-2 [una variación del virus]", dijo Gallo. "Esta es la mejor prueba conocida de que el HIV se transmitió a los humanos del mono africano", añadió. Gallo, que codescubrió el virus del Sida con el investigador francés Lue Montagnier, dijo, sin embargo, que no hay evidencia de que la epidemia en sí misma comenzase en África. Gallo formuló la teoría de que habitantes de la selva de África pueden haber contraído el sida de los monos en raras ocasiones durante décadas, pero debido a su aislamiento geográfico la enfermedad no se propagó.