12.000 hectáreas arrasadas por el fuego en Zamora

Dos incendios declarados el pasado fin de semana en la reserva nacional de caza de la sierra de la Culebra, en 'el noroeste de de Zamora, han arrasado en cuatro días unas 10.000 hectáreas de pinares y otras 2.000 de monte bajo, cultivos y zonas arboladas, según las primeras estimaciones oficiales.

El siniestro se considera como el peor que se ha registrado en la historia de Castilla y León. El incendio declarado el sábado en territorio portugués y, que ha arrasado un área geográfica de un triángulo de unos 12 kilómetros, no pudo ser controlado hasta última hora del martes. El delegado d...

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Dos incendios declarados el pasado fin de semana en la reserva nacional de caza de la sierra de la Culebra, en 'el noroeste de de Zamora, han arrasado en cuatro días unas 10.000 hectáreas de pinares y otras 2.000 de monte bajo, cultivos y zonas arboladas, según las primeras estimaciones oficiales.

El siniestro se considera como el peor que se ha registrado en la historia de Castilla y León. El incendio declarado el sábado en territorio portugués y, que ha arrasado un área geográfica de un triángulo de unos 12 kilómetros, no pudo ser controlado hasta última hora del martes. El delegado de la Junta de Castilla y León en Zamora, Juan Seisdedos, reconoció que habían ardido unas 7.000 hectáreas de pinares, algunos con más de 30 años de vida. A ello habría que unir cerca de 3.000 hectáreas arrasadas en el incendio iniciado el domingo cerca de Puebla de Sanabria, también dentro de la sierra de la Culebra.Las pérdidas, muy difíciles de cuantificar aún, se valoran en miles de millones, de pesetas. El delegado de la Junta admitió que podrían producirse daños superiores a los 5.000 millones de pesetas, al margen del valor ecológico y el daño producido a la fauna.

El panorama de la sierra de la Culebra ha quedado reducido a cenizas; y pinos calcinados y apenas han quedado un par de núcleos forestales aislados a lo largo de la sierra. Durante las labores de extinción se puso de manifiesto la escasez de personal disponible para afrontar un incendio de estas características, pese a que en la zona estuvieron desplazados todos los efectivos humanos y materiales que fueron posibles.

Vecinos de la zona siniestrada se han quejado de la falta de atención de la Administración regional hacia la prevención de estos siniestros y nadie ha podido explicar aún por qué los hidroaviones no comenzaron a participar en las labores de extinción hasta día y medio después de ser avisados a la base aérea de Matacán (Salamanca), cuando su labor hubiera podido ser determinante en los primeros momentos, para evitar el desastre.

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