Tribuna:

El papel vuelve a flotar

Un paso adelante y otro atrás. La Bolsa está donde estaba el pasado lunes. El tirón del martes se ha revelado más como una momentánea reacción técnica propiciada por lo barato de algunos valores, que como un impulso que permita prever una recuperación de los precios. El dinero se ha limitado a un rápido viaje de ida y vuelta sobre algunos valores, y tras él el papel ha vuelto a salir a flote. En Barcelona, el suelo del 250% continúa siendo, de momento, la referencia del mercado.Sin embargo, a juicio de algunos observadores, la bajada de la Bolsa sigue siendo desmesurada, con los datos de la ec...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Un paso adelante y otro atrás. La Bolsa está donde estaba el pasado lunes. El tirón del martes se ha revelado más como una momentánea reacción técnica propiciada por lo barato de algunos valores, que como un impulso que permita prever una recuperación de los precios. El dinero se ha limitado a un rápido viaje de ida y vuelta sobre algunos valores, y tras él el papel ha vuelto a salir a flote. En Barcelona, el suelo del 250% continúa siendo, de momento, la referencia del mercado.Sin embargo, a juicio de algunos observadores, la bajada de la Bolsa sigue siendo desmesurada, con los datos de la economía real sobre la mesa. La Bolsa se ha vuelto un poco loca. Los cambios guardan poca relación entre sí de un día a otro y la situación encaja de lleno en la descrita en la célebre teoría del caminar aleatorio (random walk), según la cual el precio de una acción no es predecible y sólo responde a la ley de probabilidades. Algo así como jugar al bingo.

Por lo demás, las 17 ampliaciones que hay en marcha en Barcelona contribuyen a recortar el precio de algunas sociedades. Seis de estas ampliaciones son gratis, con cargo a reservas, y están limitando las posibilidades de recuperación de las acciones viejas.

Archivado En