La vinculación con el PCUS empaña los cursos de la Complutense en Moscú
La vinculación con el Partido Comunista de la URSS (PCUS) empaña ante los sectores políticos democráticos soviéticos la imagen de los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid que se inauguraron ayer en Moscú con la participación de un prestigioso elenco de protagonistas de la transición a la democracia en España.El PCUS, que vive una agudizada crisis, ha cobrado una sustanciosa cantidad de divisas a los organizadores españoles por facilitar los locales de la Academia de Ciencias Sociales del Comité Central del PCUS, donde se celebra el evento, que durará hasta el 19 de julio....
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La vinculación con el Partido Comunista de la URSS (PCUS) empaña ante los sectores políticos democráticos soviéticos la imagen de los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid que se inauguraron ayer en Moscú con la participación de un prestigioso elenco de protagonistas de la transición a la democracia en España.El PCUS, que vive una agudizada crisis, ha cobrado una sustanciosa cantidad de divisas a los organizadores españoles por facilitar los locales de la Academia de Ciencias Sociales del Comité Central del PCUS, donde se celebra el evento, que durará hasta el 19 de julio.
La entidad organizadora ha sido el Instituto de Cultura y Ciencias Soviéticas, un centro que fue inaugurado por la primera dama de la URSS, Raísa Gorbachova, el 27 de octubre de 1990, durante la visita de Gorbachov a España.
El Instituto de Cultura y Ciencias Soviéticas es un organismo mixto, en el que participan la Universidad Complutense y cinco entidades soviéticas.
Los organizadores españoles recurrieron al PCUS en vista de que ninguno de los socios soviéticos de la Universidad Complutense tenía una posibilidad satisfactoria de organizar los cursos, según manifestó Justo Villafañe, director del Instituto de Cultura y Ciencias Soviéticas.
La Fundación Banesto financia casi íntegramente los cursos de verano, que cuestan entre 55 y 60 millones de pesetas en total.
Sin embargo, son pocos los protagonistas de este cambio que se han enterado del evento, dada la escasa publicidad que ha recibido y el sistema de selección de asistentes. Según Villafañe, él mismo realizó la lista de ponentes en temas políticos y económicos, tras consultar con el embajador español en la URSS, José Cuenca. No obstante, con contadas excepciones, la inscripción de asistentes, previo pago de una matrícula en rublos, se ha centrado en un público de posgraduados y estudiantes y no se ha dirigido a los políticos que pueden sacar consecuencias prácticas inmediatas de los contenidos impartidos.
"Lo importante no es contar con los personajes de la perestroika de hace dos años, sino con los del año que viene", comentaba con cierta ironía un funcionario español.