El laboratorio del COOB, más preocupado por la detección de otras sustancias prohibidas que por la de la HCG

El Instituto Municipal de Investigación Médica de Barcelona, encargado de efectuar los controles antidopaje durante los Juegos Olímpicos de 1992, considera más difícil la detección de otras sustancias prohibidas que la de la HCG (Gonadotrofina cariótica humana), una proteína que produce la placenta -se le conoce como la hormona del embarazo- y que puede enmascarar el uso de anabolizantes. La detección de 41 posibles casos de uso de la HCG en los últimos 600 controles, repartidos entre atletas, futbolistas y ciclistas españoles, ha creado una gran preocupación en el Consejo Superior de Depo...

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El Instituto Municipal de Investigación Médica de Barcelona, encargado de efectuar los controles antidopaje durante los Juegos Olímpicos de 1992, considera más difícil la detección de otras sustancias prohibidas que la de la HCG (Gonadotrofina cariótica humana), una proteína que produce la placenta -se le conoce como la hormona del embarazo- y que puede enmascarar el uso de anabolizantes. La detección de 41 posibles casos de uso de la HCG en los últimos 600 controles, repartidos entre atletas, futbolistas y ciclistas españoles, ha creado una gran preocupación en el Consejo Superior de Deportes (CSD).Según Rafael de la Torre, subdirector del centro, "la detección de la HCG no es complicada". "De hecho", expone, "se está haciendo desde 1985. El problema es que no existe un método analítico fiable que permita afrontar sin riesgos los problemas jurídicos derivados de un positivo".

Para los responsables del laboratorio del COOB está claro que el deportista que utiliza la HCG para aumentar la producción de testosterona "acaba dando positivo a la larga".

La gran preocupación ante los Juegos Olímpicos de Barcelona, según De la Torre, no es la detección de la HCG, sino la de la hormona del crecimiento o Eritropoyetina, que es un compuesto endógeno que genera el cuerpo humano, concretamente el riñón, y sirve para aumentar los glóbulos rojos. Inyectada en los atletas, simula los efectos de los entrenamientos en altura o sustituye al llamado doping sanguíneo y está en la lista de los productos prohibidos. Generalmente, es utilizada por los deportistas que deben realizar pruebas de esfuerzos muy prolongadas como, por ejemplo, los maratonianos.

A pesar de su dilatada experiencia, el Instituto de Investigación Médica de Barcelona está realizando un rodaje con vistas a los Juegos. La mitad del equipo médico se ha quedado en su ciudad estos meses para trabajar en diversas pruebas. El resto se desplazará a Cuba para realizar el control antidopaje durante los Juegos Panamericanos.

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