El presunto asesino de Ana María Jerez pide ser aislado en una celda de Sevilla 2

José Franco de la Cruz, de 27 años, presunto asesino de la niña de Huelva Ana María Jerez-Cano, permanece internado, a petición propia, en una celda de aislamiento de la prisión de alta seguridad Sevilla 2, después de que tuviese que ser evacuado de la cárcel de Huelva ante la imposibilidad de garantizar su seguridad física.

José Franco fue reconocido a su llegada a la prisión sevillana por una psiquiatra del hospital penitenciario, y a continuación le fue aplicado, a petición propia, el artículo 32 del reglamento penitenciario, que prevé el aislamiento voluntario del recluso.José Franc...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

José Franco de la Cruz, de 27 años, presunto asesino de la niña de Huelva Ana María Jerez-Cano, permanece internado, a petición propia, en una celda de aislamiento de la prisión de alta seguridad Sevilla 2, después de que tuviese que ser evacuado de la cárcel de Huelva ante la imposibilidad de garantizar su seguridad física.

José Franco fue reconocido a su llegada a la prisión sevillana por una psiquiatra del hospital penitenciario, y a continuación le fue aplicado, a petición propia, el artículo 32 del reglamento penitenciario, que prevé el aislamiento voluntario del recluso.José Franco se encuentra en una celda individual del departamento de régimen especial de la prisión sevillana, habitualmente dedicada a la reclusión de presos conflictivos sancionados por el inclumplimiento de las normas internas.

Estos presos suelen estar sometidos a una vigilancia especial, con cacheos diarios y con sus derechos en la prisión restringidos, cosa que no ocurre en el caso de los aislamientos voluntarios.

Fuentes de la prisión indicaron a este periódico que el artículo 32 del citado reglamento de régimen interno se puede aplicar a un recluso bien por la decisión del director del establecimiento -como castigo por una conducta conflictiva-, o bien a petición del propio recluso para garantizar su seguridad.

"Refugiado"

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Este caso, que corresponde al de José Franco de la Cruz, es denominado en la jerga penitenciaria con la denominación de "refugiado", según indicaron las citadas fuentes. Asimismo añadieron que José Franco podría tener ocasión de salir de la celda y permanecer algún tiempo en el patio de la prisión siempre que no coincidiera con el horario de otros reclusos.

Estos medios señalaron que, en casos como el de José Franco de la Cruz o en el de violadores, el "código de honor de los delincuentes ingresados en prisión es muy peligroso, y, si no se adoptan estas medidas de aislamiento y protección, suelen producirse altercados e incluso agresiones contra el recluso".

Por otro lado, el catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla Luis Frontela manifestó ayer que la próxima semana entregará al juez instructor del caso, Rafael Sánchez, el informe médico-forense practicado sobre el cadáver de la niña Ana María Jerez.

Frontela aseguró que todo su equipo está trabajando "intensamente, muchas horas al día e incluso de madrugada", para entregar el informe en breve, aunque explicó que el grado de descomposición del cuerpo ha dificultado los trabajos.

Luis Frontela agregó que tratará de resolver todos los problemas de interés criminalístico relacionados con el caso. Aunque no quiso desvelar el contenido de los trabajos, el forense sevillano dijo que, genéricamente, "el ADN (ácido desoxirribortucleico) tiene mucho interés cuando en un cadáver o en una persona viva hay restos biológicos del presunto agresor, que, comparando estos restos con sangre con otros elementos, sí puede llegarse a identificar con seguridad".

El catedrático de Medicina Legal, quien no confirmó si a José Franco se le ha practicado algún tipo de análisis, sí señaló que reconoció el lugar donde fue encontrado el cuerpo sin vida de la niña.

Archivado En