El Tratado Antártico

Durante el Año Geofísico Internacional (1957-1958) tomó cuerpo la Idea de establecer un tratado que regulara la situación política de la Antártida, un continente sobre el que varios países habían expresado ya sus reclamaciones territoriales, bien por proximidad o por haber llegado allí sus exploradores.Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Suráfrica, la Unión Soviética, Reino Unido y Estados Unidos fueron los países signatarios del tratado original, el 1 de diciembre de 1959.

En este original instrumento jurídico los países que quieren adherirse c...

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Durante el Año Geofísico Internacional (1957-1958) tomó cuerpo la Idea de establecer un tratado que regulara la situación política de la Antártida, un continente sobre el que varios países habían expresado ya sus reclamaciones territoriales, bien por proximidad o por haber llegado allí sus exploradores.Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Suráfrica, la Unión Soviética, Reino Unido y Estados Unidos fueron los países signatarios del tratado original, el 1 de diciembre de 1959.

En este original instrumento jurídico los países que quieren adherirse como único medio de tener algo que decir en el futuro del continente deben demostrar una actividad científica. En la actualidad son 39 los países adheridos al tratado, y de ellos 26 los estados consultivos, es decir, las que toman las decisiones.

Más información

España se adhirió en 1982 y pasó a ser aceptada como miembro consultivo en 1988, tras establecer una base, la Juan Carlos I, en la isla de Livingston.

Un hipotético botín mineral

El Tratado Antártico y las duras condiciones propias del continente han conseguido para esta gran extensión un estatus único que ha permitido la conservación satisfactoria de su fauna y su flora. Los avances tecnológicos en la explotación minera y petrolífera han planteado la necesidad de regular las actividades de interés económico, pero la convención de Welllngton, alcanzada en 1988 y bastante estricta, no ha sido ratificada por ningún país, debido a que han ido ganando importancia los aspectos conservacionistas. El botín mineral de la Antártida se intuye únicamente, ya que sólo se ha descubierto hierro de poca calidad y carbón. La posibilidad de la existencia de grandes yacimientos de petróleo, apoyada en argumentos geológicos, no ha sido demostrada y las dificultades para su explotación son tan grandes que no es probable que se lograra en un periodo corto de tiempo.

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