Política monetaria 'made in Madrid'

"La política monetaria europea se decide estos días en Madrid. Puede parecer extraño, pero es la consecuencia de estar en el Sistema". Así se expresaba un alto cargo del Paribas en declaraciones publicadas el pasado jueves por The Wall Street Journal al referirse a la fortaleza de la peseta. Estar en el Sistema exige una coordinación de las políticas monetarias de los países que lo integran -toda la CE, salvo Grecia y Portugal-, de forma que hoy en día ninguna actuación de un banco central se hace sin conocimiento del resto.Cuatro veces al día los bancos centrales mantienen una t...

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"La política monetaria europea se decide estos días en Madrid. Puede parecer extraño, pero es la consecuencia de estar en el Sistema". Así se expresaba un alto cargo del Paribas en declaraciones publicadas el pasado jueves por The Wall Street Journal al referirse a la fortaleza de la peseta. Estar en el Sistema exige una coordinación de las políticas monetarias de los países que lo integran -toda la CE, salvo Grecia y Portugal-, de forma que hoy en día ninguna actuación de un banco central se hace sin conocimiento del resto.Cuatro veces al día los bancos centrales mantienen una teleconferencia en la que se dan cuenta mutuamente de la situación de las respectivas monedas en el mercado. Cuando dos divisas sobrepasan el límite asignado -por encima una y por debajo otra- los respectivos bancos centrales están obligados a intervenir. Es el caso actual de la peseta contra el franco.

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La señal

La posición de fortaleza de la divisa española está condicionando la política monetaria de algunos vecinos comunitarios. Francia y el Reino Unido, por ejemplo, que se veían forzadas a bajar los tipos de interés para reactivar sus economías, no lo han hecho hasta que el Banco de España ha dado la señal. La primera vez, el 13 de febrero, cuando redujo el tipo de referencia un tímido 0,2%, lo que fue seguido de un recorte en el Reino Unido de medio punto. Y por segunda vez, el viernes 15, cuando decidió bajar el tipo un 1%. El recorte fue seguido por Francia, que redujo su tipo un 0,25% -aun con su moneda en baja forma-y por el Reino Unido, que recortó el suyo otro medio punto más.

Con todo, el diferencial sigue siendo muy alto y el mercado en España apuesta por una reducción aún mayor, que no descartan las autoridades económicas siempre y cuando la inflación se controle. La próxima semana hay subasta de letras (el martes) y de bonos (el miércoles), que volverán a ser una prueba para la peseta y una prueba para el Banco de España y su capacidad de mantener los tipos de interés.

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