GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Bush exige la rendición incondicional del ejército iraquí

Estados Unidos pretende la rendición incondicional de¡ ejército iraquí sin pronunciar el fatídico término, según se desprende de la reacción del presidente estadounidense, George Bush, al anuncio de retirada de Kuwait hecho por Sadam Husein y divulgado por Radio Bagdad. "El último discurso de Sadam Husein es un escándalo y la coalición continuará la guerra con intensidad constante", declaró ayer Bush mientras las vanguardias del VII ejército norteamericano llegaban al Eúfrates y los marines de la primera división eran lanados sobre el aeropuerto de Kuwait. "La única forma de evitar nuevas baja...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Estados Unidos pretende la rendición incondicional de¡ ejército iraquí sin pronunciar el fatídico término, según se desprende de la reacción del presidente estadounidense, George Bush, al anuncio de retirada de Kuwait hecho por Sadam Husein y divulgado por Radio Bagdad. "El último discurso de Sadam Husein es un escándalo y la coalición continuará la guerra con intensidad constante", declaró ayer Bush mientras las vanguardias del VII ejército norteamericano llegaban al Eúfrates y los marines de la primera división eran lanados sobre el aeropuerto de Kuwait. "La única forma de evitar nuevas bajas es que los soldados iraquíes depongan sus armas como ya han hecho cerca de 30.000 de sus compañeros", añadió Bush.

El presidente norteamericano compareció ante los informadores a las 9.45 hora de Washington (15.45 hora peninsular española) para leer una durísima declaración de rechazo al anuncio de Sadam, después de una nueva noche de insomnio en la Casa Blarica dedicada a estudiar cuidadosamente el primer anuncio hecho el lunes por la noche, por Radio Bagdad y el discurso posterior del líder iraquí.Bush no perdió un solo segun do en denunciar lo que considera como un intento desesperado de Sadam para salvar los restos de su ejército. Desde la primera lírica de su declaración, el presidente norteamericano adoptó un tono beligerante, reflejo de su profunda animadversión hacia el jefe de Estado iraquí y lo que su régimen representa.

"El último discurso de Sadam constituye un escándalo. No se está retirando sino que está replegando sus fuerzas derrotadas Está tratando de reclamar una victoria en medio de una derrota total. No se está retirando volun tariarnente de Kuwait. Está tra tando de salvar por todos los me dlos los restos de poder y control en Oriente Próximo y, en esto, también fracasará", fueron la contundentes frases de Bush.

Continuidad de los combates

Corroborando las palabras de su comandante en jefe, el portavoz militar norteamericano en Riad y director de operaciones de la Operación Tormenta del Desierto, general de marines Richard Neal, declaraba poco después en su reunión diaria con los envía dos especiales en Arabla Saudí: "No nos equivoquemos, la gue rra continúa".

Para apoyar esta afirmación, Neal anunciaba que los comba tes proseguían en todo el escenario de operaciones tanto de Kuwait como de Irak y que la aviación había realizado ayer 3.000 salidas en misiones de combate, de las que 1.300 correspondían a acciones sobre territorio kuwaití en apoyo del avance de las fuerzas de la coalición.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Neal afirmó que el número de soldados iraquíes que se habían rendido hasta ese momento ascendía a unos 30.000. "Hernos dejado de seguir la cuenta exacta a partir de los 26.000", señaló socarrón. Según el presidente Bush, esta rendición es la que tiene que hacer todo el ejército iraquí. "Así se evitará el derramamiento de sangre", añadió.

Las bajas norteamericanas, hasta ayer y sin contar los 28 muertos y 100 heridos causados por el Scud iraquí que cayó el lunes por la noche sobre un alojamiento de una unidad militar estadounidense no combatiente en Dahran, seguían ascendiendo a la cifra anunciada el lunes, sólo cuatro muertos y 21 heridos en los tres días de ofensiva terrestre.

El portavoz militar norteamericano reveló un dato importante que, caso de confirmarse, puede dar una idea exacta de la magnitud de la derrota iraquí. "Hasta este momento", anunció Neal. "21 divisiones iraquíes han quedado inútiles para el combate".

Según el portavoz, las fuerzas de la coalición multinacional se habían enfrentado ya a la Guardia Republicana, las tropas de elite del ejército iraquí, "con el mismo éxito que con el resto del otras unidades enemigas". Los estrategas estadounidenses que planearon la guerra temían especialmente a la Guardia Republicana, pero han entrado en combate con ella cuando ya estaba diezmada por el cansancio y hambre.

Neal explicó la diferencia en términos militares entre withdrawal o retirada, exigido por la coalición, y el retreat o repligue, que es como se interpreta en Washington la orden dada por Sadam Husein a sus tropas. El repligue, según el general norteamericano, se produce cuando las tropas enemigas se retiran ordenadamente y con toda su impedimenta ante el acoso del fuego o el avance de las fuerzas contrarias mientras que la retirada supone simplemente el abandono de las armas sobre el terreno y la práctica rendición.

Bush abundó en este mismo argumento esgrimido en Riad. "La coalición proseguirá la guerra con intensidad constante. Como anunciamos anoche, no atacaremos a las fuerzas desarmadas en retirada. Sin embargo, no tenemos más remedio que considerar a las unidades de combate que se repliegan como una amenaza que será respondida adecuadamente con el fin de no poner en peligro vidas adicionales norteamericanas y, del resto de la coalición", manifestó.

Para Bush, Sadam Husein no está interesado en la paz sino conseguir el reagrupamiento de sus fuerzas para luchar en otra ocasión".

Estados Unidos considera que el presidente iraquí sigue sin aceptar las 12 resoluciones del Consejo de Seguridad las Naciones Unidas ni demuestra "el más mínimo remordimiento por la agresión iraquí, ni está dispuesto a aceptar la responsabilidad de las tremendas consecuencias de esa agresión".

Bush terminó su breve alocución con la promesa de que "la liberación de Kuwait está al alcance de la mano", una promesa que, si hay que hacer caso de las que, si informaciones procedentes del teatro de operaciones, parecía estar ayer a la vuelta de la esquina. El agotamiento de la llamada "máquina infernal" de Irak es evidente, como han podido constatar numerosos periodistas que han visto a los miles de soldados iraquíes capturados.

A orillas del Éufrates

Mientras el presidente norteamericano pronunc aba sus palabras, fuentes del Pentágono confirmaban las informaciones adelantadas por la cadena de televisión CBS desde Dahran de que las vanguardias del VII Cuerpo de Ejército norteamericano y de la tercera división acorazada británica, que penetraron en territorio iraqui el sábado y avanzaron hacia el norte en una maniobra destinada a cortar la retirada de la Guardia Repyblicaría, habían alcanzado el Eufrates.

Simultáneamente, paracaidistas de la primera división de marines, acompañadas de fuerzas kuwaltíes, fueron lanzadas sobre el aeropuerto internacional de Kuwait, situado en las cercanías de la capital del emirato.

Archivado En