LA CRISIS DEL GOLFO EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

La prensa de EE UU, incapaz de luchar con la censura

Los periódicos occidentales más importantes, divididos por el conflicto armado de Oriente Próximo

Los grandes periódicos norteamericanos están, como el resto del país, con su presidente, y apoyan claramente la presencia de sus tropas en el Golfo. En los editoriales y en las páginas de opinión de los periódicos más liberales -Boston Globe y The Washington Post- no aparecen artículos contrarios a la guerra ni opiniones similares a las reflejadas por la intelectualidad durante el conflicto de Vietnam. Todos esperan a ver qué pasa.El comienzo de la guerra del Golfo ha significado un cambio importante en la prensa escrita norteamericana. The Wall Street Journal, de Nueva York, var...

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Los grandes periódicos norteamericanos están, como el resto del país, con su presidente, y apoyan claramente la presencia de sus tropas en el Golfo. En los editoriales y en las páginas de opinión de los periódicos más liberales -Boston Globe y The Washington Post- no aparecen artículos contrarios a la guerra ni opiniones similares a las reflejadas por la intelectualidad durante el conflicto de Vietnam. Todos esperan a ver qué pasa.El comienzo de la guerra del Golfo ha significado un cambio importante en la prensa escrita norteamericana. The Wall Street Journal, de Nueva York, varió por una vez la configuración gráfica de su primera pagina -noticias a columna- al publicar un titular del inicio de las hostilidades a cuatro columnas digno de The New York Times. "Oleadas de aviones norteamericanos atacan Irak mientras estalla la guerra del Golfo". El cambio introducido por The Wall Street Journal en su primera página fue histórico, pero anecdótico si se compara la relación que han mantenido la prensa y el Gobierno estadounidenses durante el conflicto. La censura impuesta por el Departamento de Defensa ha representado la gran noticia del conflicto desde el punto de vista profesional.Los grandes periódicos del país, desde el Times de Los Ángeles al Globe de Boston, desde el Star Bulletin de Seattle al Herald de Miami, pasando por el Post de Washington y el Times de Nueva York, publican a diario un recuadro en el que advierten a sus lectores que Ias informaciones aparecidas en estas páginas han sido sometidas a la censura de las autoridades militares".

Censura militar

Nadie podía prever que en el país de la Primera Enmienda, en el país de la libertad de prensa y de la libertad de expresión, los grandes periódicos permitieran que las Fuerzas Armadas ejercieran el papel de censor con el pretexto de "salvaguardar los intereses nacionales". El papel opositor de la prensa durante la guerra de Vietnam y la libertad de movimientos de los periodistas en las zonas de combate y su acceso libre a la tropa no se ha repetido en el Golfo. Tampoco se han repetido campanas de prensa contrarias a la guerra.

Mientras la opinión pública sigue sin plantearse las razones de la guerra ni por qué EE UU sigue bombardeando a la población civil iraquí, los periódicos cubren el conflicto desde un punto de vista meramente informativo. Cada día se detallan las operaciones militares hasta donde lo permite la censura y se publican historias humanas del frente controladas completamente por el Ejército. La censura, cuyo debate ha provocado editoriales, pero no la oposición a ultranza que cabía esperar, ha sido aceptada a regañadientes.

Pete Williams, el portavoz del Departamento de Defensa, justificó la censuramilitar en la guerra del Golfo y reconoció que se han dado casos en que la censura ha ido más allá de lo deseado. "Las reglas de censura y control informativas sirven para salvar las vidas de las tropas y las de los propios periodistas y la seguridad de las misiones de combate", dijo Williams, mientras Gragg Hines, delegado de The Houston Chronicle en Washington, declaraba que no era una exageración decir que "EE UU también ha declarado la guerra a la prensa en el Golfo". '

Los medios de comunicación de la URSS mantienen un espectro de opiniones que refleja, en el modelo concreto de este conflicto, los grandes dilemas internos de la URSS en un momento de crisis y vacilaciones políticas entre dos sistemas de valores enfrentados. En general, los comentarlos y la línea editorial de los distintos medios informativos en relación a la guerra del golfo Pérsico no son algo aislado o casual, sino que suponen la cristalización de posiciones ideológicas globales. La opción está entre la política tradicional soviética, aliada con el Tercer Mundo e imbuida de un enfoque revolucionario de clase, o una política prooccidental.

Los cambios de matiz en la política exterior soviética tras el cese de Edvard Shevardnadze, ex ministro de Exteriores, han sido recogidos por el diario Pravda, el órgano del PCUS, que en tres comentarios consecutivos (un editorial y dos artículos firmados publicados sucesivamente los días 7, 8 y 9 de febrero) reflejó el distanciamiento de la URSS de la coalición occidental.

'Gendarme del mundo'

La reproducción del militarismo norteamericano y de la OTAN en la península Arábiga una vez liquidada la amenaza militar en Europa, una denuncia de los conservadores norteamericanos que aspiran al papel de gendarme del mundo y la transformación del conflicto en un bano sangriento bajo la banclera de la ONU eran las tesis del editorial, en el que Pravda se hacía eco de la nueva línea pos-Shevardnadze en la política exterior.

Periódicos como Sovietskaia Rossia (de marcade carácter proiraquí) y revistas como Literaturnaia Rossia realizan un uso ideológico del conflicto. Para ambos medios, éste sirve de inspiración a líneas editoriales conservadoras, a un enfoque de clase (más marcado en Sovietskaia Rossia) y a un enfoque antisemita decidido (más marcado en Literaturnaia Rossia).

Dentro de los medios de orientación occidental, ha sido el semanario Tiempos Nuevos el que ha realizado el intentos más serio para analizar la guerra en un contexto global. En un artículo del historiador Leonid Vasillev, Tiempos Nuevos afirmaba que Occidente está obligado a llevar la guerra hasta el final con objeto de privar a Irak de armas y medios de destrucción masiva, con los que "el dictador de Bagdad" representa una amenaza mundial.

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