Grandes dificultades logísticas para una retirada iraquí

C.M., Estados Unidos, cuyas fuerzas continuaban ayer ininterrumpidamente sus operaciones en la zona del Golfo a pesar de la propuesta de paz soviética, no aceptará ningún alto el fuego ni ordenará un cese de hostilidades que no esté precedido por el comienzo de una retirada "rápida, masiva, incondicional e inequívoca iraquí" de Kuwalt, según se desprende de las declaraciones hechas en los últimos días por altos funcionarios políticos y militares de Washington. Sin embargo, y aún en el supuesto de que el presidente iraquí Sadarri Husein aceptase las condiciones para una retirada incondicion...

C.M., Estados Unidos, cuyas fuerzas continuaban ayer ininterrumpidamente sus operaciones en la zona del Golfo a pesar de la propuesta de paz soviética, no aceptará ningún alto el fuego ni ordenará un cese de hostilidades que no esté precedido por el comienzo de una retirada "rápida, masiva, incondicional e inequívoca iraquí" de Kuwalt, según se desprende de las declaraciones hechas en los últimos días por altos funcionarios políticos y militares de Washington. Sin embargo, y aún en el supuesto de que el presidente iraquí Sadarri Husein aceptase las condiciones para una retirada incondicional, aparentemente incluidas en la propuesta soviética, sacar 500,000 de tropas con su correspondiente armamento de Kuwalt de forma "masiva y rápida" como exige Washington constituye una pesadilla logística.

El presidente George Bush, que el martes echó un jarro de agua fría a la propuesta soviética declárandola insuficiente, aunque sin rechazarla de plano, sigue exigiendo "una retirada inmediata". Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado, Margaret Tutwiler, manifestó que dicha retirada para ser aceptable a Washington tendría que ser "visible, masiva e inequívoca". Y el portavoz del Pentágono, Pete Willíams, acosado por los periodistas con preguntas incesantes sobre cómo se materializa en la práctica una retirada, declaró que "no le correspondía al Pentágono hacer pública una lista de instrucciones para que los iraquíes se retiren. Losiefes militares [iraquíes] saben cómo hacerlo", añadió.

Se trata de resolver la eterna pregunta sobre el huevo y la gallina. El mando militar norteamericano seguía ayer amenazando con seguir los bombardeos contra las posiciones iraquíes en Kuwait y en el sur de Irak con la esperanza de que las tropas de Sadam Husein abandonaran los bunkers y las fortificaciones en las que están atrincherados para poder destruir a placer el respetable equipo militar todavía en su poder. La pregunta no respondida todavía es cómo se retira uno en medio de constantes bombardeos.Rapidez imposible

Funcionarios norteamericanos insisten una y otra vez en que la palabra clave para aceptar la retirada iraquí es rapidez, que las fuerzas abandonen el emirato en el plazo de tiempo más corto posible. Y este factor de rapidez, según los analistas militares, es prácticamente imposible de cumplir por parte de Irak a menos de que lo que se pretenda realmente es que los iraquíes dejen detrás todo su armamento, compuesto, según cálculos del Pentágono, por 2.980 tanques, 800 vehículos acorazados y 2.010 piezas de artillería pesada. Según analistas militares, incluso en tiempo de paz las retiradas masivas constituyen una empresa de primera magnitud como lo demuestra, por ejemplo, el hecho de que la Unión Soviética no tiene previsto concluir su retirada de los países del este de Europa hasta 1994.

Irak tiene una parte de su infraestructura viaria y de transportes destruida por los bombardeos incesantes de la aviación aliada durante más de un mes, lo que hace prácticamente imposible llevar a cabo esa rápida retirada exigida por Washington.

Las tropas iraquies tendrán todo tipo de problemas para mover sus efectivos acorazados fuera de Kuwait en un corto período de tiempo porla carencia de combustible. La producción de productos refinadios es nula y las tropas sólo tienen el combustible almacenado en depósitos enterrados en el teatro de operaciones.