El SPD rechaza la participación de Alemania en el conflicto

La posibilidad de que Alemania, como miembro de la Alianza Atlántica, sea arrastrada a participar directamente -esto es, con tropas- en la guerra del Golfo si Turquía es atacada por Irak, tiene al país en vilo y ha desatado una tormenta política que enfrenta a la coalición gubernamental con la oposición socialdemócrata. También ha provocado fisuras incluso dentro de la Democracia Cristiana, dirigida por el canciller Helmut KohI.Hasta la fecha, amparándose en la Constitución que prohibe el envío de tropas ofensivas fuera del territorio alemán y limita su capacidad militar general al ámbito de l...

La posibilidad de que Alemania, como miembro de la Alianza Atlántica, sea arrastrada a participar directamente -esto es, con tropas- en la guerra del Golfo si Turquía es atacada por Irak, tiene al país en vilo y ha desatado una tormenta política que enfrenta a la coalición gubernamental con la oposición socialdemócrata. También ha provocado fisuras incluso dentro de la Democracia Cristiana, dirigida por el canciller Helmut KohI.Hasta la fecha, amparándose en la Constitución que prohibe el envío de tropas ofensivas fuera del territorio alemán y limita su capacidad militar general al ámbito de la Alianza Atlántica, Bonn ha conseguido mantenerse al margen del conflicto, contribuyendo, eso sí, financieramente con 3.000 millones de marcos (unos 186.000 millones de pesetas), además del simbólico envío de 18 aviones Alfa a Turquía dentro de un escuadrón de la OTAN.

. Esta reticente actitud de Bonn, duramente criticada por los aliados que acusan a la nueva Alemania de no asumir sus deberes internacionales, no ha sido suficiente para evitar el estallido de una ola pacifista que va tomando cada vez más envergadura. Ahora ya no son sólo los Verdes y la izquierda radical quienes se manifiestan contra la guerra, sino que la oposición socialdemócrata ha entrado de lleno en la batalla.

Compromiso atlántico

A las constantes acciones de los grupos más radicales se une ahora la convocatoria de una gran manifestación en la pequeña capital federal, Bonn, el próximo sábado, y que cuenta con el beneplácito del SPÉ). Los radicales han montado guardia permanente ante las bases norteamericanas e incluso ante la residencia del embajador norteamericano Vernon Walters, en Bonn, lo cual ha provocado una protesta formal ante el Ministerio de Exteriores. También han llevado a cabo acciones de guerrilla urbana como la que se organizó el lunes ante la Bolsa de Francfort, en donde los trabajadores de esta institución fueron rociados con pintura.

Las declaraciones del ministro de Defensa alemán, Gerhard Stoltembeg, han añadido más leña al fuego. El ministro aseguró públicamente ayer que un ataque de Irak contra Turquía obligaría a los miembros de, la Alianza Atlántica a acudir en defensa de Ankara, argumentando que el artículo cinco del tratado de la OTAN "dice claramente que el deber de la Alianza de proporcinar apoyo es efectivo cuando se produce un ataque, una agresión, contra cualquier Estado miembro".

Casi al mismo tiempo que Stoltemberg hacía estas declaraciones, Kohl admitía ante los miembros de su partido que había que esperar "en relación con el desarrollo de los acontecimientos en el Golfo que tengamos que proporcionar una mayor ayuda financiera".

Ningún soldado al Golfo

El canciller, sin embargo, sigue insistiendo en que ningún soldado alemán será enviado al Golfo, mientras que dentro de su partido ya hay quien asegura que el famoso artículo del Tratado de la OTAN no supone la entrada inmediata en la guerra, precisamente el argumento. utilizado por el SPD. Según Hans Jochen Vogel, presidente del SPD, "hay que decirles a los aliados claramente que la OTAN es una alianza defensiva y que un solo Estado, Turquía, no puede decidir la entrada en el conflicto de toda la alianza".