GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Schwarzkopf concentra el ataque de la coalición en los lanzamisiles iraquíes

La reacción aliada no se hizo esperar tras el lanzamiento de misiles por parte de Irak contra Israel y Arabia Saudí. Desde la madrugada de ayer, la fuerza multinacional duplicó la intensidad de sus ataques aéreos contra Irak y Kuwait. El objetivo era destruir el mayor número posible de plataformas móviles, lanzamisiles, y con ello impedir que Sadam Husein lance nuevos proyectiles de largo alcance Scud contra Israel u otros países de la zona.

Durante todo el día, cientos de aviones surcaron el cielo saudí. En total, más de 2.000 vuelos partieron en dirección a objetivos iraquíes en 24 ho...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La reacción aliada no se hizo esperar tras el lanzamiento de misiles por parte de Irak contra Israel y Arabia Saudí. Desde la madrugada de ayer, la fuerza multinacional duplicó la intensidad de sus ataques aéreos contra Irak y Kuwait. El objetivo era destruir el mayor número posible de plataformas móviles, lanzamisiles, y con ello impedir que Sadam Husein lance nuevos proyectiles de largo alcance Scud contra Israel u otros países de la zona.

Durante todo el día, cientos de aviones surcaron el cielo saudí. En total, más de 2.000 vuelos partieron en dirección a objetivos iraquíes en 24 horas. El doble número de ataques que el primer día de guerra.El general norteamericano Norman Schwarzkopf, jefe de la operación Tormenta del Desierto, declaró ayer por la tarde en Riad que los aviones de la fuerza multinacional -estadounidenses, británicos, franceses, canadienses, italianos, kuwaitíes y saudíes- habían destruido hasta mediodía seis plataformas lanzamisiles iraquíes, similares a las que el jueves por la noche dispararon contra Israel y Arabia Saudí. Las seis plataformas inutilizadas apuntaban hacia objetivos saudíes. Otras plataformas habían sido detectadas y estaban sufriendo ataques ayer.

Schwarzkopf señaló que los ataques aéreos estaban obteniendo una efectividad media del 80% y que la coordinación entre las fuerzas aéreas de los distintos países coaligados era "excelente".

El general Horner, presente también en la conferencia de prensa, anadió que la coordinación suponía "un tremendo esfuerzo informático". Hasta mediodía de ayer, el dispositivo antiaéreo iraquí había abatido siete aviones aliados (tres norteamericanos, dos británicos, un italiano y un kuwaití), según Schwarzkopf. Irak afirmaba haber derribado 94 aparatos.

La escasa capacidad que parece demostrar el Ejército iraquí para hacer frente a la ofensiva aérea aliada se debe, según el jefe de la operación Tormenta del Desierto, a que los iraquíes "no tenían una idea clara" sobre lo que iban a afrontar y se han visto sorprendidos por la capacidad tecnológica de la coalición.

Los pilotos norteamericanos que participaron en las incursiones manifestaron su extrañeza por la escasa reacción del ejército iraquí, aunque seguían prudentes, informa France Presse. "Hemos mantenido la superioridad aérea durante todas las operaciones", declaró el coronel John McBrown, piloto de un F-15. "El enemigo no se ha involucrado en la batalla. Si alguien entrara en mi casa, lo perseguiría con algo más de ardor", añadió el coronel, que había participado en las incursiones escoltando a bombarderos en el interior del territorio iraquí.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Los combates del jueves en la frontera entre Arabia Saudí y Kuwait fueron "tanteos de artillería", según Schwarzkopf, quien afirmó que el millón de soldados que se encuentra en la zona -medio millón por bando- aún no ha entrado en acción.

Dos marines sufrieron heridas leves por los disparos de la artillería iraquí, que lanzó proyectiles y cohetes contra la primera línea de las fuerzas aliadas.

Tranquilidad

La creciente intensidad de los combates aéreos y el intercambio de artillería no han alterado por el momento el ambiente en la provincia oriental de Arabía Saudí, donde se concentran las tropas de tierra multinacionales. Ayer, el ambiente seguía tranquilo en las principales ciudades, aunque todo el mundo se ha hecho ya a la inquietante idea de que la guerra está en marcha y no será breve, y nadie puede librarse del miedo. Los comercios cerraron por ser viernes, día festivo, pero el tráfico en las calles fue el habitual.

La alarma de la noche anterior, cuando Irak lanzó un misil con cabeza explosiva contra la

Schwarkopf concentra el ataque de la coalición en los lanzamisiles iraquíes

ciudad de Dahran, duró apenas media hora. Las sirenas y los planes de seguridad funcionaron correctamente, según las autoridades saudíes. También funcionó el sistema antimisiles norteamericanos Patriot, que pulverizó en el aire -a unos 5.000 metros de altitud- el misil Scud.Hubo versiones contradictorias sobre el número de Patriots que fue necesario disparar para interceptar el Scud. Aunque al principio fuentes norteamericanas hablaron de "cuatro o cinco", luego se afirmó oficialmente que había bastado un solo proyectil. Los modernísimos antimisiles Patriot no habían sido utilizados hasta ahora en ninguna guerra.

En la capital saudí, Riad, el día fue también tranquilo. Durante la noche no hubo alarmas, aunque circularon rumores de ataque inminente. El Ministerio de Asuntos Exteriores español llamó de madrugada al embajador en Riad, José Luis Xifrá, para verificar un presunto ataque contra la ciudad que en realidad no se había producido.

Archivado En