LA DIMISIÓN DEL VICEPRESIDENTE

AIfonso Guerra dimitió después de que Felipe González le plantease la posible renuncia

Felipe González y Alfonso Guerra mantuvieron dos reuniones a solas, a principios de la semana pasada, en las que se decidió la renuncia del vicepresidente del del Gobierno y la libertad de éste para hacerla pública. La necesidad de abordar una solución del problema fue planteada por González como un tema pendiente desde las reiteradas ocasiones en que Guerra había puesto su cargo a disposición del jefe del Ejecutivo. La mayoría de los ministros conocieron la noticia al mismo tiempo que la opinión pública, pero se sabe que el titular de la cartera de Defensa, Narcís Serra, estaba en el secreto ...

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Felipe González y Alfonso Guerra mantuvieron dos reuniones a solas, a principios de la semana pasada, en las que se decidió la renuncia del vicepresidente del del Gobierno y la libertad de éste para hacerla pública. La necesidad de abordar una solución del problema fue planteada por González como un tema pendiente desde las reiteradas ocasiones en que Guerra había puesto su cargo a disposición del jefe del Ejecutivo. La mayoría de los ministros conocieron la noticia al mismo tiempo que la opinión pública, pero se sabe que el titular de la cartera de Defensa, Narcís Serra, estaba en el secreto desde el miércoles.

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La reflexión realizada por el presidente y su número dos dio paso a una decisión, en la que quedó claro que la salida de Alfonso Guerra del Ejecutivo debía resolverse al margen del reajuste gubernamental. En medios del palacio de la Moncloa se aseguraba anoche que el cambio de equipo ha entrado en un compás de espera, debido a la gravedad de la crisis internacional.No existen datos que apunten a un divorcio entre González y Guerra, sino a "una separación de bienes" con la intención de que éstos sean más rentables para el partido y para el propio Ejecutivo. Sin embargo, diversas fuentes apuntan que el acuerdo no fue fácil de lograr.

Una vez consolidado el pacto entre González y Guerra, el miércoles pasado fue convocada la ejecutiva del PSOE para ayer, lunes, con un orden del día centrado en la crisis del golfo Pérsico y la formación del Gobierno vasco.

Sin embargo, José María Benegas y Guillermo Galeote, secretarios de Organización y Administración del PSOE, respectivamente, fueron informados de la operación en marcha. Igualmente fue abordada la posibilidad de hacer pública la noticia el miércoles pasado. A última hora de ese mismo día se decidió aplazarla, para no interferir con la repercusión de la entrevista en Ginebra entre el secretario de Estado norteamericano, James Baker, y el ministro iraquí de Exteriores, Tarek Aziz, decisiva para el futuro del conflicto del Golfo.

Sensación de desconcierto

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El resto del Gobierno de Felipe González no fue informado. La mayoría de los ministros se enteraron de la renuncia del vicepresidente el sábado, por la radio o por la televisión, al mismo tiempo que se hacía pública. La forma misma de anunciar la renuncia -como si fuera una pequeña observación, en un discurso a militantes socialistas- ha creado una sensación de desconcierto en el Ejecutivo y en las filas del PSOE.

Uno de los ministros que conocieron lo sucedido por los periodistas fue el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, cuya continuidad en el Ejecutivo se ha convertido en una de las incógnitas capitales de la crisis. Destacados miembros del sector guerrista presionan para que Solchaga no figure en el próximo Gabinete.

Francisco Fernández Ordóñez, ministro de Asuntos Exteriores, desmintió ayer que el presidente le haya propuesto una vicepresidencia y aseguró que él supo la noticia de la dimisión de Alfonso Guerra sólo unas horas antes de que se anunciase.

Esa información se produjo en una reunión del minigabinete de crisis organizado por Felipe González para el seguimiento de los acontecimientos en el conflicto del golfo Pérsico, órgano del que también forman parte la ministra portavoz del Ejecutivo, Rosa Conde, así como Narcís Serra y Fernández Ordóñez.

Un miembro de la ejecutiva del PSOE indicó que la salida de Guerra parecía inminente en noviembre pasado, tras el 32ª Congreso del partido. Un mes más tarde, se extendió la sensación contraria, coincidiendo con el regreso del vicepresidente a una intensa actividad pública. El acuerdo para que Guerra abandonase el Gobierno se ha decidido ahora en una semana.

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