Oposición de la opinión pública de Alemania a cualquier aventura bélica
La decisión del Gobierno de Bonn de aportar 18 de los 42 aviones de combate que la Alianza Atlántica enviará a Turquía ha puesto en evidencia la total oposición de la opinión pública a cualquier aventura bélica. La oposición socialdemócrata, por su parte, ha acusado inmediatamente al Gobierno de "arrastrar al país a la guerra".Los 18 aviones, junto con igual número de aparatos belgas y otros seis italianos, serán enviados a partir de mañana, sábado, a la base turca situada al norte de la frontera con Irak. De nada han valido los argumentos expuestos por el portavoz de la cancillería, Dieter Vo...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La decisión del Gobierno de Bonn de aportar 18 de los 42 aviones de combate que la Alianza Atlántica enviará a Turquía ha puesto en evidencia la total oposición de la opinión pública a cualquier aventura bélica. La oposición socialdemócrata, por su parte, ha acusado inmediatamente al Gobierno de "arrastrar al país a la guerra".Los 18 aviones, junto con igual número de aparatos belgas y otros seis italianos, serán enviados a partir de mañana, sábado, a la base turca situada al norte de la frontera con Irak. De nada han valido los argumentos expuestos por el portavoz de la cancillería, Dieter Vogel, en el sentido de que los aviones, que forman parte de una unidad integrada en la OTAN, no van a atacar Irak en ningún caso, sino que su misión es la de actuar como elemento disuasorio ante un posible ataque de Bagdad contra un país miembro de la Alianza como Turquía.
La prohibición explícita de cualquier intervención militar fuera del territorio alemán, que figura en la Constitución, no se aplica en este caso, según afirmó Vogel, que insistió en que el envío de fuerzas defensivas a cualquier punto dentro del territorio de la Alianza Atlántica no incumple ese precepto constitucional.
Oposición soacialdemócrata
El partido socialdemócrata (SPD), sin embargo, por medio de Heidemarie Wieczorek-Zeul, que es miembro de la presidencia de esa formación política, exigió que la decisión fuera sometida al Bundestag (Parlamento), donde necesita una mayoría de dos tercios para ser aprobada. La opinión pública alemana, según han mostrado numerosas encuestas, está mayoritariamente en contra de cualquier intervención.
El canciller Helmut Kohl, sin embargo, una vez ganadas las elecciones, y con las manos libres, parece dispuesto a emprender una reforma constitucional que permita a Alemania asumir un papel político y militar en consonancia con su poderío económico. Kohl ha anunciado ya en repetidas ocasiones que intentaría cambiar el precepto constitucional, algo que, por otra parte, vienen pidiendo últimamente norteamericanos y británicos.
[Turquía, único país de la Alianza vecino de Irak, calificó de "positiva" la decisión de la OTAN de enviar la fuerza de intervención rápida a su territorio. El portavoz del Ministerio turco de Exteriores expresó la satisfacción de su Gobierno por la solidaridad aliada, informa France Presse].