Washington y Londres, dispuestos a mantenerse fuertes frente a Irak

Estados Unidos y el Reino Unido comparten la idea de mantenerse fuertes contra Sadam Husein para demostrar a Irak que están dispuestos a usar la fuerza si Kuwait no es liberado antes del próximo día 15. El ministro británico, John Major, dejó muy claro ayer durante su primera visita oficial a Washington que su país sigue siendo el gran aliado de EE UU y que si hay guerra participará activamente en ella. En estos momentos hay 35.000 soldados británicos estacionados en Araba Saudí.Major declaró que no se debe permitir que Sadam Husein siga jugando" y se mostró favorable a no negociar con el líde...

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Estados Unidos y el Reino Unido comparten la idea de mantenerse fuertes contra Sadam Husein para demostrar a Irak que están dispuestos a usar la fuerza si Kuwait no es liberado antes del próximo día 15. El ministro británico, John Major, dejó muy claro ayer durante su primera visita oficial a Washington que su país sigue siendo el gran aliado de EE UU y que si hay guerra participará activamente en ella. En estos momentos hay 35.000 soldados británicos estacionados en Araba Saudí.Major declaró que no se debe permitir que Sadam Husein siga jugando" y se mostró favorable a no negociar con el líder iraquí "hasta que no abandone incondicionalmente Kuwait".

En un tono distinto al utilizado por su antecesora Margaret Thatcher, que con su retórica solía evocar los tiempos de Winston Churchill y la II Guerra Mundial, Major dejó muy claro que Washington y Londres tienen lazos mucho más fuertes que el puramente idiomático. El primer ministro británico expresó su convicción de que ambos países abordan su visión del mundo desde un prisma idéntico, y no sólo en el tema de la crisis del golfo Pérsico.

Aunque su llegada a Washington no había despertado gran espectación y que su viaje se vió e 1 clipsado por la dimisión inespe rada del ministro de Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, Major demostró en unas pocas horas que el eje Londres-Wash ington no ha perdido fuerza pese a la desaparición de la Figura de Thatcher, Maggie como se la co nocía en los círculos políticos de la capital norteamericana.

Pesimismo de Baker

Antes de acudir a la Casa Blanca, el primer ministro británico se entrevistó con el vicepresidente, Dan Quayle, y el secretario de Estado, James Baker, quien sefialó que el comportamiento del Gobierno de Bagdad "no permite sentí rse optimista" a pesar de los esfuerzos que realiza la diplomacia estadounidense por alcanzar una resolución pacífica del conflicto.

Major, que almorzó con un grupo de,,congresistas, se entrevistó también con el secretario del Tesoro, Nicholas Brady, y el presidente del Banco de Reserva Federal, Alan Greenspan, con quienes recordó su anterior estapa, como ministrode Finanzas. Durante todos sus contactos con la Prensa, se mostró muy duro con el líder iraquí y recordó que el Reino Unido tiene estacionados 35.000 hombres en el Golfo dispuestos a entrar en combate.

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Para expresar que los cambios políticos internos désu país no han debilitado, ni cambiado la postura británica sobre el conflicto del Golfo, Major dijo: "El [presidente iraquí] puede seguir jugando, pero tiene ante sí una fecha clara y una resolución del Consejo de Seguridad que debe obedecer, si no quiere sufir el impacto por no hacerlo". Añadió que su Gobierno no aceptará una retirada "parciaV de las tropas iraquíes de Kuwait.

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