Tribuna:

Bodegones e interiores burgueses

El coleccionismo se ha convertido en la prolongación espuria de las finanzas, En la Bolsa, quienes practican en tiempos de sequía la afición de amontonar acciones y obligaciones a expensas de su propio esfuerzo inversor pueden acabar amontonando títulos o referencias técnicas, que son el homónimo del papel en la actual era del mercado continuo. Andy Warhol se convirtió en el mejor artista mercantil del siglo a base de pintar billetes de banco como el que hace por encargo bodegones e interiores burgueses. Siguiendo los consejos de Muriel Latow, se lanzó a la arena del pop art, primero co...

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El coleccionismo se ha convertido en la prolongación espuria de las finanzas, En la Bolsa, quienes practican en tiempos de sequía la afición de amontonar acciones y obligaciones a expensas de su propio esfuerzo inversor pueden acabar amontonando títulos o referencias técnicas, que son el homónimo del papel en la actual era del mercado continuo. Andy Warhol se convirtió en el mejor artista mercantil del siglo a base de pintar billetes de banco como el que hace por encargo bodegones e interiores burgueses. Siguiendo los consejos de Muriel Latow, se lanzó a la arena del pop art, primero con los billetes verdes, y más tarde con las latas de sopa Campbell. Trabajó en serie y con una rapidez que rivalizaba con las emisiones de la Reserva Federal, aunque su gracia era la peculiar estandarización de unos lienzos en los que la autenticidad de la firma acabó perdiendo valor. El mercado del arte imitando el de los activos financieros se ha distorsionado cuando muchas personas desean la misma cosa y poseen recursos para obtenerla. Gráficamente podríamos decir que la demanda se amontona ya que, a determinado precio, es mejor tener que no tener. A la hora de vender es otra cosa; nadie parece dispuesto y el mercado se yugula.

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