El presidente soviético, dispuesto a dar la batalla por la unidad de la URSS

El presidente soviético, Mijail Gorbachov, demostró estar dispuesto a dar la batalla por la unidad del Estado ayer ante un pleno del Comité Central del PCUS, donde afirmó que el "nacionalismo extremista inveterado" y el "hostigamiento de las discordias interétnicas" son el "peligro más serio" que afronta la URSS.

El pleno, que durará dos días, se reunió para elaborar una estrategia comunista de cara al Tratado de la Unión, documento a debatir por el Congreso de los Diputados Populares de la URSS (superparlamento) que se reune el próximo 17 de diciembre.Gorbachov dejó bien claro ayer que...

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El presidente soviético, Mijail Gorbachov, demostró estar dispuesto a dar la batalla por la unidad del Estado ayer ante un pleno del Comité Central del PCUS, donde afirmó que el "nacionalismo extremista inveterado" y el "hostigamiento de las discordias interétnicas" son el "peligro más serio" que afronta la URSS.

El pleno, que durará dos días, se reunió para elaborar una estrategia comunista de cara al Tratado de la Unión, documento a debatir por el Congreso de los Diputados Populares de la URSS (superparlamento) que se reune el próximo 17 de diciembre.Gorbachov dejó bien claro ayer que va a utilizar todos los medios a su alcance -incluido el PCUS en tanto que "única fuerza política de envergadura estatal" para lograr que el proceso de definición del Estado se haga a partir del Tratado de la Unión, como documento garante de su unidad y de un centro fuerte, y no a partir de las declaraciones de soberanía de las repúblicas.

La Constitución soviética recoge el derecho de las repúblicas federadas de separarse de la URSS, pero Gorbachov habló ayer del "derecho de las naciones a su autodeterminación, hasta su secesión" y afirmó que este es un "derecho de los pueblos" y no de un "grupo de gente, incluso si están investidos de poder". Con esta argumentación, el líder volvió a insistir en el procedimiento de separación mediante referéndum y la complicada ley, aprobada con el rechazo de varias repúblicas soviéticas, que regula la salida de la URSS.

Reticencias

El líder expresó una cierta reticencia hacia los acuerdos bilaterales que firman actualmente las repúblicas entre sí y sobre todo la Federación Rusa, que los ha convertido en la base de su política económica. Para Gorbachov, el Tratado de la Unión debe preceder a la elaboración de nuevas constituciones republicanas. Esta toma de posiciones iba dirigida claramente contra la Federación Rusa, donde se discute actualmente una polémica constitución que omite totalmente las referencias ideológicas y considera a Rusia como un estado soberano e independiente.Gorbachov advirtió que los acuerdos entre las repúblicas no deben contraponerse o intentar sustituir al Tratado de la Unión y al mercado único soviético. Antes incluso de la firma del Tratado de la Unión, el presidente quiere que "se introduzcan enérgicamente nuevos principios relacionados con la transformación de la Unión".

El proceso de delimitación de competencias entre el centro y las repúblicas ha provocado una lucha por "el derecho a disponer de los bienes materiales". El proceso "ha empezado a descontrolarse y ha adquirido un carácter de abierta rivalidad", señalaba Gorbachov. Las tendencias nacionales se encuentran en las mismas filas del partido, lo que ha provocado, según Gorbachov, la escisión de algunos partidos comunistas de repúblicas, la desmoralización y un abandono del principio del internacionalismo. Gorbachov califico de "calumniadores" a quienes declaran que tiene por fin acabar con el "último imperio ruso". "Ustedes, señores, se han equivocado en setenta y pico años. El imperio ruso dejó de existir en 1917", afirmó el presidente.

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