El Gobierno español fijará un cupo anual de entrada de emigrantes

El Gobierno ha decidido fijar en un futuro próximo un cupo anual de entrada de emigrantes, exigir visados a los visitantes no comunitarios y sancionar a las empresas que contraten a extranjeros en situación irregular. Estas son algunas de las medidas que el ministro del Interior, José Luis Corcuera, explicará el próximo lunes a los portavoces de los grupos parlamentarios. Para restringir la entrada de extranjeros -actualmente hay, unos 300.000 ilegales-, el Gobierno también pretende exigir garantías laborales y sanitarias a los emigrantes.

Corcuera ya mantuvo el miércoles una reunión so...

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El Gobierno ha decidido fijar en un futuro próximo un cupo anual de entrada de emigrantes, exigir visados a los visitantes no comunitarios y sancionar a las empresas que contraten a extranjeros en situación irregular. Estas son algunas de las medidas que el ministro del Interior, José Luis Corcuera, explicará el próximo lunes a los portavoces de los grupos parlamentarios. Para restringir la entrada de extranjeros -actualmente hay, unos 300.000 ilegales-, el Gobierno también pretende exigir garantías laborales y sanitarias a los emigrantes.

Corcuera ya mantuvo el miércoles una reunión sobre esa cuestión con dirigentes de distintos partidos. Uno de los asistentes sintetizó así su impresión: "El Gobierno quiere cerrar de una manera bastante drástica la puerta a los inmigrantes, reconocer legalmente a quienes ya están en España de forma irregular y asegurar que todos los que vengan puedan ganarse dignamente la vida". El ministro transmitó que es necesario "preparar a la sociedad española para la inevitable entrada de extranjeros".El propio Corcuera anunció el pasado junio que su departamento prepararía una serie de medidas para regular la situación de los 260.000 extranjeros residentes en España de forma ilegal, que hoy ya rondan casi los 300.000. "Vamos a analizar las razones por las que los ciudadanos que vivían, en situación de ilegalidad antes de la ley de extranjería no se atrevieron a regularizar su situación; vamos a ver la posibilidad, caso por caso, de una actualización y de una modificación de su situación en el país", comentó entonces.

Ayer, en Roma, los ministros del Interior de los 12 países de la CE, que integran el Grupo de Trevi, centraron sus discusiones en los problemas de inmigración. La CE ve con cautela la situación política y económica de los países del este de Europa y la consiguiente avalancha de trabajadores que pueden emigrar hacia Occidente. Los ministros confían en negociar con la URSS la regulación de los flujos de emigrantes, que sólo de ese país pueden superar los 10 millones de personas. Página 15

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