Cinismo catastral

A costa del exprimidísimo bolsillo del contribuyente, las autoridades de Hacienda se dedican a difundir grandes y costosas campañas de propaganda en las que se nos dice que las desorbitadas subidas de los valores catastrales con que se nos está castigando son "una buena noticia para los contribuyentes". ¡Hace falta cinismo!En esta cuestión, lo primero que tenían que haber hecho el Gobierno y en particular las autoridades económicas era haber cumplido lo que se dispone en el artículo 47 de la Constitución y haber evitado el fortísimo encarecimiento que se ha producido en el suelo urbano y en la...

A costa del exprimidísimo bolsillo del contribuyente, las autoridades de Hacienda se dedican a difundir grandes y costosas campañas de propaganda en las que se nos dice que las desorbitadas subidas de los valores catastrales con que se nos está castigando son "una buena noticia para los contribuyentes". ¡Hace falta cinismo!En esta cuestión, lo primero que tenían que haber hecho el Gobierno y en particular las autoridades económicas era haber cumplido lo que se dispone en el artículo 47 de la Constitución y haber evitado el fortísimo encarecimiento que se ha producido en el suelo urbano y en la construcción de viviendas.

Pero ya que ello no ha sido

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así, resulta un magno abuso que las graves consecuencias de ese encarecimiento se trasladen globalmente a todos los ciudadanos en general, por la vía de la desatada especulación catastral a que la Administración se está entregando y que no nos va a traer más que una gran escalada de la presión fiscal en los distintos impuestos y tributos, así como un sensible incremento de la carestía de la vida, por si fuesen poco las altas tasas de inflación de que nuestra economía adolece. ¡Menuda buena noticia es este atropello del agiotaje catastral!.-