El primer ministro búlgaro tacha de criminales a la oposición
ENVIADO ESPECIALEl primer ministro búlgaro, Andrei Lukanov, tachó ayer de "criminales que quieren incendiar toda Bulgaria" a la oposición parlamentaria, que abandonó el viernes el Parlamento y ha convocado manifestaciones antigubernamentales para hoy y una huelga general política mañana para forzar la caída del Gobierno de Lukanov.
Miembros de la oposición y seguidores del Gobierno se enfrentaron ayer en las calles de Sofía. La intervención de la policía evitó mayor violencia. Intercambiando calificativos como, comunistas" y "fascistas", seguidores de la Unión de Fuerzas Democrática...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
ENVIADO ESPECIALEl primer ministro búlgaro, Andrei Lukanov, tachó ayer de "criminales que quieren incendiar toda Bulgaria" a la oposición parlamentaria, que abandonó el viernes el Parlamento y ha convocado manifestaciones antigubernamentales para hoy y una huelga general política mañana para forzar la caída del Gobierno de Lukanov.
Miembros de la oposición y seguidores del Gobierno se enfrentaron ayer en las calles de Sofía. La intervención de la policía evitó mayor violencia. Intercambiando calificativos como, comunistas" y "fascistas", seguidores de la Unión de Fuerzas Democráticas (UDF) y del Partido Socialista (PSB) demostraron ayer que el abandono del Parlamento por parte de la oposición trasladaría el conflicto civil búlgaro a las calles.
Las organizaciones mineras y de transportes públicos anunciaron que se unirán mañana a la huelga general en demanda de la dimisión de Lukanov. La Universidad de Sofía, en huelga desde el 5 de noviembre para forzar la caída del Gobierno, anunció ayer su plena solidaridad con los obreros que se unan a la huelga.
El primer ministro Lukanov ha advertido que la huelga general es ilegal y, por tanto, encargará al fiscal general del Estado que emprenda acciones penales contra aquellos que participen en ella. No obstante, y sobre todo en las ciudades búlgaras, ayer se reforzaba la impresión de que la decisión de ir a la huelga es ya irrevocable para amplios sectores de la población. La radio oficial búlgara anunció ayer la adhesión a la protesta del lunes de diversos colectivos laborales.
Medios políticos en Sofía consideran que la huelga general, en principio convocada para tres días, puede suponer la inminente caída del primer ministro Lukanov, apenas cuatro días después de afrontar con éxito una moción de censura de la oposición en el Parlamento.
El primer ministro no logró convocar ayer más de 20.000 personas, en su inmensa mayoría jubilados, en un acto de solidaridad con el Gobierno y con su Partido Socialista Búlgaro, el ex comunista PSB.