EL CONFLICTO DE ORIENTE PRÓXIMO

Israelíes palestinos, un círculo vicioso en torno a una misma mesa

Aaron Yariv es director del Centro de Estudios Estratégicos de la Universidad de Tel Aviv. Hanna Siniora es director del periódico palestino Al Fajr, que se edita en Jerusalén. Ambos representan los dos rostros de un conflicto que amenaza con perpetuarse, y, sin embargo, ambos coincidieron en la localidad catalana de Badalona el pasado fin de semana, reunidos por la Fundación Internacional Olof Palme, para hablar de paz.

"La paz es posible en Próximo Oriente", afirma convencido Yariv, "pero no de una manera inmediata. Ahora estamos en un círculo vicioso, porque el Gobierno israelí no ha...

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Aaron Yariv es director del Centro de Estudios Estratégicos de la Universidad de Tel Aviv. Hanna Siniora es director del periódico palestino Al Fajr, que se edita en Jerusalén. Ambos representan los dos rostros de un conflicto que amenaza con perpetuarse, y, sin embargo, ambos coincidieron en la localidad catalana de Badalona el pasado fin de semana, reunidos por la Fundación Internacional Olof Palme, para hablar de paz.

"La paz es posible en Próximo Oriente", afirma convencido Yariv, "pero no de una manera inmediata. Ahora estamos en un círculo vicioso, porque el Gobierno israelí no hace lo necesario para que llegue la paz y los palestinos, por otra parte, están desesperados porque no ven una solución y mantienen la Intifada"."Si de mi dependiera", continúa Yariv, "negociaría directamente con los palestinos. Recogería la iniciativa de paz de 1989 y la desarrollaría. Vendrían las elecciones, la autonomía de los territorios ocupados y las negociaciones con los palestinos. Hay otras soluciones, pero ésta es una de ellas y tiene la ventaja de que la aceptan los palestinos". Pero con este Gobierno no es posible".

Yariv no cree que la invasión de Kuwait y la presencia de tropas extranjeras en la zona supongan un gran cambio en el panorama del conflicto.

La posibilidad de una guerra entre Israel e Irak le parece lejana a Yariv. "A Israel no le interesa porque no ganaría nada y a Irak tampoco, porque teme un ataque que atómico israelí.

El instituto que dirige ha realizado estudios sobre estrategia en Israel. "Nos ocupamos de problemas de seguridad nacional", explica, "y la paz es un problema de seguridad nacional". Entre los estudios realizados figuran el del impacto de la Intifada, la importancia estratégica de los Altos del Golán y las relaciones con Siria. "Por razones de seguridad", opina Yariv, "Deberían cambiarse las fronteras de antes de la Guerra de los Seis Días. Jerusalén debería quedar como ciudad unificada y habría que realizar ciertos cambios en la frontera del norte con Siría para asegurar el problema del agua".

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Hanna Siniora, director del periódico palestino Al Fajr, considera por su parte que Israel quiere la guerra en el Golfo. "Les interesa la guerra para tener tiempo para absorber lo que queda de los territorios ocupados", opina. "Si hubiese guerra en la zona se aplicaría el programa del Likud en Gaza y Cisjordania. El 52% de los territorios ocupados ya está expropiado para instalar colonias israelíes y si hubiera guerra se acelerarían las expropiaciones y las deportaciones".

"Es urgente hablar porque el tiempo se acaba y debería evitarse la guerra", comenta Siniora. "Creo que después de que Bush haya realizado la anunciada visita a la zona en cualquier momento puede estallar el conflicto".

Sinniora, que califica la Intifada como "una resistencia contra el invasor y un esfuerzo para construir un Estado palestino", considera que "con el Gobierno israelí actual no se puede ser optimista". Se manifiesta contrario a la presencia de tropas extranjeras en el Golfo y a favor de una solución política. El domingo, palestinos e israelíes intervinieron en el Forum celebrado en Badalona. Todos insistieron en la necesidad de buscar la paz. Siniora comentaba: "Con la oposición nos entendemos; el problema es hacerlo con el Gobierno". Yariv, por su parte, decía: "Hablar está bien, siempre es mejor que no hacerlo". E llam Halevi, representante de la OLP en la Internacional Socialista, que asistió al forum de Badalona, sentenciaba: "El obstáculo para la paz no es psicológico, sino político".

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