Los 5.000 pisos de un barrio barcelonés serán revisados antes de decidir si se apuntalan

Las 5.000 viviendas del barrio obrero barcelonés del Turó de la Peira, donde viven 25.000 personas, serán inspeccionadas para determinar si procede su desalojo y posterior apuntalamiento. El Ayuntamiento de Barcelona prepara la estrategia "económica, política y técnica" para realizar esta tarea en los inmuebles. Fuentes municipales indican que esta decisión ha sido adoptada tras conocer el dictamen "de urgencia" del Colegio de Arquitectos de Cataluña sobre el derrumbe parcial de un edificio el pasado domingo en aquel barrio barcelonés, que causó la muerte de una persona e hirió de gravedad a o...

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Las 5.000 viviendas del barrio obrero barcelonés del Turó de la Peira, donde viven 25.000 personas, serán inspeccionadas para determinar si procede su desalojo y posterior apuntalamiento. El Ayuntamiento de Barcelona prepara la estrategia "económica, política y técnica" para realizar esta tarea en los inmuebles. Fuentes municipales indican que esta decisión ha sido adoptada tras conocer el dictamen "de urgencia" del Colegio de Arquitectos de Cataluña sobre el derrumbe parcial de un edificio el pasado domingo en aquel barrio barcelonés, que causó la muerte de una persona e hirió de gravedad a otras dos.

El informe, que hace temer a los responsables municipales que el barrio corra peligro de ruina, indica que el edificio siniestrado y los dos adyacentes tienen en su estructura viguetas de hormigón aluminoso, compuesto que se desgasta al estar sometido a humedades o calor y pierde entonces su estabilidad. Las viguetas de la terraza del inmueble situado en el número 33 de la calle del Cadí se desplomaron en la madrugada del pasado domingo arrastrando en su caída el comedor y una habitación de las cuatro plantas inferiores, causando la muerte de una mujer de 71 años.El Ayuntamiento procedió el martes al desalojo de unos 60 vecinos de los dos edificios adyacentes al hundido, para iniciar el apuntalamiento de los bloques Los vecinos desalojados eran ya ayer un centenar. Mientras se procede a la revisión de los bloques, sus inquilinos han sido trasladados a hoteles cercanos al barrio y el coste de su alojamiento corre a cargo del Ayuntamiento de Barcelona. Cuando el apuntalamiento de los inmuebles haya concluido, los propietarios de los pisos podrán volver a habitarlos. El apuntalamiento de los bloques está previsto que concluya el próximo fin de semana.

Construcción del barrio

El Grupo Sanahuja, empresa inmobillaria que se benefició del auge de la construcción registrado en Barcelona durante la década de los sesenta y setenta, construyó las 5.000 viviendas del barrio y en la actualidad es aún propietaria de la mitad de los pisos de la zona. Un portavoz autorizado del Grupo Sanahuja negó ayer que utilizara las viguetas de hormigón aluminoso en la construcción de todos los pisos. Román Sanahuja, hijo del fundador de la empresa, indicó a este diario que aproximadamente un 10% de todas las viviendas tienen estas viguetas. Jaume Tomás, coordinador de servicios del distrito de Nou Barris de Barcelona, donde se encuentra el Turó de la Peira, señaló con posterioridad que el Grupo Sanahuja ha informado al Ayuntamiento de la presencia de estas viguetas en 1.250 viviendas. Es decir, en un 25%.No obstante, fuentes vinculadas a la investigación abierta por el Ayuntamiento indicaron a este diario que será "muy difícil" encontrar la documentación de construcción de estas viviendas, edificadas hace 35 años, por lo que es recomendable "hacer catas" (recogida de muestras) en cada uno de los inmuebles del barrio. Por este motivo, se recomienda inspeccionar "cada edificio" para comprobar si hay elementos "que puedan presentar inestabilidad". "No nos podemos jugar ni una vida más por estos siniestros", manifestó un portavoz municipal.

Por este mismo motivo, las fuentes consultadas indicaron que la "inspección debería comenzar ya". El operativo para realizar esta tarea está previsto que se decida hoy, cuando ha de crearse una comisión de la que formarán parte representantes del Ayuntamiento de Barcelona, de la Generalitat de Cataluña, de la Asociación de Vecinos del Turó de la Peira y del Colegio de Arquitectos de Cataluña.

La prospeción permitirá determinar si hay viguetas de hormigón aluminoso y, consecuentemente, si procede desalojar para apuntalar las viviendas. También señaló que en las prospecciones realizadas en los inmuebles número 31 y 35 de la calle del Cadí, adyacentes al edificio siniestrado, se comprobó la existencia de estas viguetas, que presentaban un alto grado de corrosión. Por este motivo se ordenó, horas después de realizadas las catas, el desalojo de los inmuebles.

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Diálogo

Sanahuja asistió en la mañana ayer a una reunión con el teniente de alcalde de Urbanismo y Servicios Municipales, el socialista Josep Maria Serra Martí. El hijo del constructor del barrio señaló que la empresa está dispuesta a participar en las negociaciones para "dar una solución global" al problema del barrio, reiteradamente denunciado por los vecinos. En este sentido indicó que acudirá hoy por la tarde a la reunión convocada por el Ayuntamiento de Barcelona en la que, además de los técnicos municipales, está prevista la asistencia de responsables del Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat y de la Asociación de Vecinos del barrio.El Grupo Sanahuja se ha negado hasta la fecha a aportar cantidad alguna para hacer frente a las reparaciones denunciadas por los vecinos, según fuentes municipales, que hace un año cifraban el coste de las mismas en 900 millones de pesetas. El Ayuntamiento de Barcelona calcula en 12.000 millones la inversión que deberá realizarse si han de reforzarse las viguetas de las 5.000 viviendas.

Los comercios del barrio del Turó de la Peira cerraron ayer para protestar por el estado en que se encuentran las viviendas del barrio. A última hora de la tarde, una manifestación de 3.000 personas exigió al Ayuntamiento y a la Generalitat que se responsabilizaran de los desaguisados cometidos en la construcción del barrio durante la época franquista.

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