Informes de las empresas eléctricas prevén sacar a Bolsa la futura sociedad nuclear

Las empresas eléctricas analizan en estos momentos varios informes en los que, una vez reconocida la constitución de una sociedad que aglutine todos los activos nucleares, se contempla la posibilidad de sacar a Bolsa dicha sociedad y de dar entrada a entidades financieras en su capital. El Ministerio de Industria, por su parte, ha subrayado a las eléctricas la conveniencia de separar el saneamiento financiero de la reestructuración industrial, uno de cuyos pilares es la creación de esta sociedad nuclear.

Los presidentes de las eléctricas tendrán oportunidad de analizar en conjunto la pr...

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Las empresas eléctricas analizan en estos momentos varios informes en los que, una vez reconocida la constitución de una sociedad que aglutine todos los activos nucleares, se contempla la posibilidad de sacar a Bolsa dicha sociedad y de dar entrada a entidades financieras en su capital. El Ministerio de Industria, por su parte, ha subrayado a las eléctricas la conveniencia de separar el saneamiento financiero de la reestructuración industrial, uno de cuyos pilares es la creación de esta sociedad nuclear.

Los presidentes de las eléctricas tendrán oportunidad de analizar en conjunto la propuesta de estos informes elaborados en el sector en la reunión que celebrarán el próximo día 14 de noviembre en la sede de la agrupación UNESA. Esa reunión, según fuentes de las compañías, va a ser fundamental para el futuro del sector ya que se abordará esta cuestión y la de la amenaza de Fecsa de retirarse del holding catalán. De momento, los presidentes tienen oportunidad de estudiar los informes que se han traspasado entre las empresas y que se han elaborado a lo largo del pasado mes de octubre.Los modelos que se barajan en dichos estudios previos giran en torno a dos esquemas diferentes, ya contemplados en la pro puesta de Industria. En primer término, se plantea la creación de una empresa única propietaria de la totalidad de los activo nucleares en operación y en moratoria. La otra posibilidad es crear varias sociedades independientes que penderían de un holding con participación en el cap¡tal de las mismas y con la responsabilidad global de la gestión. El capital de la sociedad matriz del citado holding debería estar bajo el control de las empresas eléctricas propietarias de los activos nucleares. Las centrales en moratoria se aportarían a una de las sociedades independientes, cuya propiedad le correspondería totalmente a la matriz del holding.

Gestión unificada

La idea de Industria, según se desprende de la propuesta que en su día realizara al presidente de UNESA, Julián Trincado, es que se separe claramente lo que es reestructuración industrial de lo que es saneamiento financiero La intención del ministerio es que conseguir racionalidad industrial y una gestión unificada de los activos nucleares con el objetivo de garantizar eficiencia y seguridad; pero que no se aproveche la reconversión sectorial como una oportunidad para abordar el recorte de la deuda que arrastra el sector. En ese sentido, el propio ministro de Industria, Claudio Aranzadi, subrayó a Trincado que no quería resucitar el viejo proyecto Espuma, S A, que perseguía aglutinar los activos nucleares cargando a la Administración con los costes de sobrevaloración que se atribuían a la parte nuclear.Industria se opone a la propuesta de que entren las entidades financieras en la sociedad nuclear, si eso supone que los bancos capitalicen la deuda de las eléctricas que se eleva a alrededor de cuatro billones de pesetas. En ese sentido, se opone también a la posibilidad de salir a bolsa y de que haya intercambio de activos.

El sector eléctrico español cuenta en la actualidad con nueve centrales nucleares en operación, y otras cinco cuya construcción está suspendida como consecuencia de la moratoria nuclear. En conjunto, las centrales operativas tienen una capacidad de generación de 7.500 megavatios, mientras que unos 4.800 megavatios son los que están sometidos a la parada nuclear.

El problema fundamental a la hora de plantear la constitución de la nueva sociedad que se diseña, gira en torno a la valoración económica de esos activos, por cuanto que esa valoración es diferente, según el criterio del que se parta. Así, si se toma en consideración el valor neto contable o en libros, el importe resultante ronda los 2,9 billones de pesetas, mientras que si se parte del valor estándar neto reconocido en el marco legal y estable, esta cifra sobrepasa los 2,3 billones.

En lo que coinciden la mayor parte de las empresas, es que de cara a la nueva sociedad nuclear que se estudia, no se tome en consideración ni el valor en libros, ni el valor estándar que reconoce el marco legal. En concreto, lo que proponen las compañías es que los activos en generación se valoren de acuerdo a la producción que es previsible obtener de los mismos, en tanto que los activos en moratoria se valoren según las inversiones realmente efectuadas en los mismos.

De acuerdo con las valoraciones realizadas sobre la base del marco legal y estable (con inversión real en activos en morato ria), Hidrola -sumando su filial Hidruña- sería la empresa con mayor porcentaje de participación en la futura sociedad nuclear con algo más del 27%. Las otras compañías tendrían el siguiente reparto: el grupo Endesa, 24,6%; Fecsa, el 15%; Iberduero, el 13%; Unión Fenosa, el 12%; Sevillana de Electricidad, el 6%; Hidrocantábrico, 1,5%, y Viesgo, el 1%.

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