Editorial:

Preservarse de los preservativos

HAY ACTITUDES en las que la constancia y la reiteración consiguen no tanto el triunfo de sus fines como el distanciamiento social. Las relaciones entre la Jerarquía eclesiástica y las cuestiones biológico-reproductivas mantienen una enconada tensión en la que, todo parece indicarlo, los instintos imponen sus reglas con mayor pujanza que las recomendaciones espirituales.Monseñor García Gasco, secretario general de la Conferencia Episcopal, acaba de calificar la campaña promovida por los ministerios de Sanidad y Asuntos Sociales en favor del uso de los preservativos entre los jóvenes de "proyect...

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HAY ACTITUDES en las que la constancia y la reiteración consiguen no tanto el triunfo de sus fines como el distanciamiento social. Las relaciones entre la Jerarquía eclesiástica y las cuestiones biológico-reproductivas mantienen una enconada tensión en la que, todo parece indicarlo, los instintos imponen sus reglas con mayor pujanza que las recomendaciones espirituales.Monseñor García Gasco, secretario general de la Conferencia Episcopal, acaba de calificar la campaña promovida por los ministerios de Sanidad y Asuntos Sociales en favor del uso de los preservativos entre los jóvenes de "proyecto político, materialista, agnóstico y ateo, orientado a despojar a la persona humana de su dimensión trascendente". A ello se puede añadir la opinión del obispo auxiliar de Madrid Francisco Javier Martínez que no dudó en definirla como "absolutamente destructiva y que explota a una parte débil de la sociedad, como son los jóvenes", mezclado con las llamadas a rebato entre las huestes de padres católicos para que coordinen sus acciones en contra de los sencillos y profilácticos condones.

Adoptar una actitud radicalmente beligerante en cuestiones carnales, desde "la unión de dos babas", como describió el filósofo Cioran el amor, hasta las sofisticadas experimentaciones genéticas, conduce a la incomprensión del mundo que nos tocó vivir. Concluir, tras siglos de magisterio y adoctrinamiento, que una modesta campaña en favor de los preservativos encaminada a evitar parcialmente los 30.000 partos anuales de menores de 20 años, o los 3.500 abortos del mismo sector de la población, o la transmisión de enfermedades por contagio sexual -1.121 casos de sida contabilizados en nuestro país en menores de 24 años- tiende a explotar a los jóvenes permite deducir que pocas veces un núcleo dirigente espiritual ha estado más alejado del sentido común.

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