El impacto de las decisiones económicas

Del mismo modo que los responsables de obras públicas están obligados a realizar estudios de impacto ambiental cada vez que se quiere poner en marcha un nuevo proyecto, la Comunidad Económica Europea debería instaurar la obligatoriedad de efectuar un estudio de impacto sobre la salud en todas y cada una de las decisiones económicas o agroalimentarias que adopta, según Rafael Bengoa y Oltio Espinoza.España ostenta uno de los primeros puestos en uno de los más envidiados indicadores de salud: el de esperanza de vida. Según el concejal de Sanidad del Ayuntamiento de Barcelona, Cataluña, con una e...

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Del mismo modo que los responsables de obras públicas están obligados a realizar estudios de impacto ambiental cada vez que se quiere poner en marcha un nuevo proyecto, la Comunidad Económica Europea debería instaurar la obligatoriedad de efectuar un estudio de impacto sobre la salud en todas y cada una de las decisiones económicas o agroalimentarias que adopta, según Rafael Bengoa y Oltio Espinoza.España ostenta uno de los primeros puestos en uno de los más envidiados indicadores de salud: el de esperanza de vida. Según el concejal de Sanidad del Ayuntamiento de Barcelona, Cataluña, con una esperanza de vida de 74 años para los varones y 80 para las mujeres, se sitúa en segundo lugar, detrás de Japón, en la clasificación de países con mayor esperanza de vida.

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Dieta mediterránea

Uno de los factores que inciden en esta alta esperanza de vida es la dieta mediterránea, considerada internacionalmente como una de las más saludables.

Pero la combinación de la libre circulación de mercancías en los países de la CE y la política de subvenciones a determinados productos agrarios ha hecho que el mercado español se haya visto invadido de mantequillas y productos derivados de la leche que proceden del Norte, a precios más asequibles que sus equivalentes de producción nacional. También a precios competitivos respecto de un producto tan básico como el aceite.

En opinión de Rafael Bengoa, "es evidente que si se tuviesen en cuenta criterios de salud no se subvencionarían algunos productos que ahora lo son y tal vez otros serían objeto de mayor protección".

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