Dinosaurios y cocodrilos

El comentario crítico que Joaquín Estefanía ha dedicado a los libros de Manuel Leguineche y Rafael Termes, ¡Abajo dinosaurios, bienvenidos cocodrilos! es sugerente desde el mismo título... ¡Tan popperiano! ¡Tan liberal en su alusión a la supervivencia evolutiva del más apto! En su destreza para usar sugerentemente las imágenes, Joaquín Estefanía ha usado alguna que sugiere demasiado sobre mi relación con uno de los autores. Dice: "No por casualidad, su prologuista, Luis Núñez Ladeveze, perfectamente cómplice de Termes, sostiene que en el mercado libre no hay explotación, hay dominación,...

El comentario crítico que Joaquín Estefanía ha dedicado a los libros de Manuel Leguineche y Rafael Termes, ¡Abajo dinosaurios, bienvenidos cocodrilos! es sugerente desde el mismo título... ¡Tan popperiano! ¡Tan liberal en su alusión a la supervivencia evolutiva del más apto! En su destreza para usar sugerentemente las imágenes, Joaquín Estefanía ha usado alguna que sugiere demasiado sobre mi relación con uno de los autores. Dice: "No por casualidad, su prologuista, Luis Núñez Ladeveze, perfectamente cómplice de Termes, sostiene que en el mercado libre no hay explotación, hay dominación, pero eso no significa que la relación sea injusta". Con los obligados matices, pues tampoco significa que sea "justa", lo sostengo, y, ciertamente, "no por casualidad", sino por fundada reflexión que comparto, entre otros, con Max Weber.En cuanto a lo de "cómplice", no quiero dar por buena la metonimia, por perfecta que sea, ni aun aceptando de buen grado que se trata de una licencia retórica. No me une con Termes más afinidad que la intelectual, y en ello no hay complicidad alguna. Ni es extensible a favores crediticios, por lo que resulta menos útil a un cocodrilo liberal que pueda resultarlo a un dinosaurio marxista. Es que los liberales confían en la mejora natural de la especie y, si son banqueros, están prestos a financiar a los dinosaurios con tal de que evolucionen.-

. Catedrático.