El Vaticano negro
Realmente es absurdo e increíble que un país como Costa de Marfil, cuyo déficit asciende a unos 200.000 millones de pesetas anuales y con la mayoría de su población malviviendo- en la escasez, un individuo, su ególatra presidente, gaste más de 30.000 millones en la construcción de un inmenso e innecesario templo de Dios, un nuevo Vaticano 2.Otro ejemplo más para comprobar que "el Altísimo no habita en templos hechos de mano de hombre" (Hechos de l Los Apóstoles, 7-48), siendo una blasfemia el ser construido habiendo a su alrededor seres humanos viviendo miserias, creadas o pudiendo reme...
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Realmente es absurdo e increíble que un país como Costa de Marfil, cuyo déficit asciende a unos 200.000 millones de pesetas anuales y con la mayoría de su población malviviendo- en la escasez, un individuo, su ególatra presidente, gaste más de 30.000 millones en la construcción de un inmenso e innecesario templo de Dios, un nuevo Vaticano 2.Otro ejemplo más para comprobar que "el Altísimo no habita en templos hechos de mano de hombre" (Hechos de l Los Apóstoles, 7-48), siendo una blasfemia el ser construido habiendo a su alrededor seres humanos viviendo miserias, creadas o pudiendo remediarlas sin hacerlo, por los mismos que tienen oscuros intereses en este tipo de arquitectura.
¿Es el cristianismo quien origina hechos como éste y otros muchos de índole parecida, que muestran claramente la personalidad espiritual de altas jerarquías políticas, militares y ecleiiásticas que se autodenominan cristianas?
Sí, es cualidad del cristianísmo ínstitucionalizado (y de demás ismos políticos y religiosos organizados), pero no del cristianismo de Cristo como lo vivió Jesús de Nazaret, apóstoles..., y como tratan de vivirlo algunos obreros en Mallorca y otros muchos en el mundo, que también se dan cuenta de tales injusticias y mentiras del sistema, y viven la Iglesia en su propia casa obrera, siendo pobres, y con Cristo en el corazón, quien directa y auténticamente bendecirá, sin intermediarios, el único templo y religión verdadera, o sea, la vida.-