"Si mato a Noriega, lo mando a los altares"

El capitán Eliecer Gaitán, de 35 años, cuya huida coincide con el nuevo destino en Paraguay del nuncio en Panamá, Sebastián Laboa, concedió una entrevista en exclusiva a EL PAIS unos días antes de su fuga. Esta entrevista se publicará integramente en el próximo número de EL PMS Semanal, que se pone a la venta este fin de semana.En esta entrevista Gaitán cuenta su actuación cuando, desde la Nunciatura, logró establecer contacto con Noriega tras la invasión de Estados Unidos. "Quedé con, Noriega en que le recogería a la una y cuarto en un lugar acordado en clave. Fuimos con el coche del nuncio, ...

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El capitán Eliecer Gaitán, de 35 años, cuya huida coincide con el nuevo destino en Paraguay del nuncio en Panamá, Sebastián Laboa, concedió una entrevista en exclusiva a EL PAIS unos días antes de su fuga. Esta entrevista se publicará integramente en el próximo número de EL PMS Semanal, que se pone a la venta este fin de semana.En esta entrevista Gaitán cuenta su actuación cuando, desde la Nunciatura, logró establecer contacto con Noriega tras la invasión de Estados Unidos. "Quedé con, Noriega en que le recogería a la una y cuarto en un lugar acordado en clave. Fuimos con el coche del nuncio, con el padre Villanueva; pero el coche lo conducía uno de mis soldados. En otro coche, que iba delante, viajaba yo con granadas y una metralleta. Cuando llegamos al lugar acordado, tras un momento de espera, Noriega subió al coche, mientras a 100 metros de nosotros un montón de soldados estadounidenses tomaban la zona. No nos vieron porque había mucho desconcierto".

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Siendo teniente, llevó a cabo la investigación oficial sobre la muerte de Torrijos, que ahora explica como un atentado. En esas fechas, el joven oficial ya era un fanático nacionalista que comenzaba a justificar cualquier acción de Noriega. "Ahora tengo mis dudas sobre la sinceridad nacionalista de Noriega, pero entonces nos parecía que sabía manejar las relaciones con EE UU, que eso era estratégicamente-inteligente. El problema es que para llevar a buen puerto una idea nacionalista, se necesita un hombre puro y él no lo era".

Las verdaderas razones que provocan la invasión de su país, son, según Gaitán, estrictamente económicas: "Todo comienza por un problema de intereses de unos individuos concretos. De varios senadores y un panameño llamado Gabriel Lewis Galindo". "Son los que construyen el oleoducto que va del Atlántico al Pacífico ( ... ) Y si Noriega es el hombre de la CIA, Lewis es el hombre que conoce a los políticos americanos. Comienza una lucha en el momento que se piensa en el proyecto para construir el canal a nivel. Noriega encarga el proyecto a los japoneses y deja fuera a Lewis. Y en ese mismo momento empieza la estrategia de Lewis y sus amigos senadores para acabar con Noriega. Mientras, la CIA presiona a favor de Noriega. Es una lucha que acaban ganando los políticos".

Gaitán confiesa que se sintió enormemente frustrado cuando comprendió que Noriega no iba a luchar hasta el final. "Muy pronto vi que (Noriega) no estaba dispuesto a inmolarse. Yo me equivoqué no actué como debía".

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Pregunta. ¿Se refiere a que debía haber matado a Noriega?

Respuesta. Sí.

P. Hubiera creado un héroe.

R. En efecto, y por so no tengo excusa. Si lo mato es cierto que lo mando a los altares, pero yo me voy al infierno.

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