La OMS aprueba un plan de ayuda a los países del Este
La sección europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió el viernes ayudar urgentemente a los países del Este de Europa con un plan quinquenal que costará entre 30 y 40 millones de dólares y con el que se pretende mejorar la situación sanitaria de esas naciones. Los asistentes a la reunión de la OMS expresaron su preocupación por la falta de vacunas para los niños de los países del Este y, en especial, con los informes de que en la Unión Soviética se han registrado recientemente 180 casos de difteria y de que un 60% de la población infantil no está vacunada.Otro de los más grave...
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La sección europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió el viernes ayudar urgentemente a los países del Este de Europa con un plan quinquenal que costará entre 30 y 40 millones de dólares y con el que se pretende mejorar la situación sanitaria de esas naciones. Los asistentes a la reunión de la OMS expresaron su preocupación por la falta de vacunas para los niños de los países del Este y, en especial, con los informes de que en la Unión Soviética se han registrado recientemente 180 casos de difteria y de que un 60% de la población infantil no está vacunada.Otro de los más graves problemas es el elevado número de abortos que se practican por falta de políticas de planificación familiar y que en el caso de Rumania alcanza "cifras enormes". En ese país, dijo el director para Europa de la OMS, Jo Eirik Asvall, unas 600 mujeres mueren anualmente como resultado de la práctica de abortos ¡legales, cifra que en los últimos meses se ha reducido en casi un tercio.
El crecimiento espectacular del sida, que en el caso rumano alcanza cifras más alarmantes (a principios este año, un 80% de las 650 personas infectadas con el virus causante de la enfermedad, el HIV, eran niños menores de tres años), es otro de los retos que fueron discutidos en este parlamento de la salud, en el que se alertó de que el impacto de los cambios sociales y políticos en el este y centro de Europa se traduce en un aumento de los riesgos de contraer el mal.