ECOLOGÍA

El avión anfibio Canadair inicia una nueva era en la lucha contra los incendios

El pasado mes de agosto llegó a Santiago de Compostela (Galicia) una serie de 10 unidades de aviones anfibios Canadair CL-215-T, adquiridas por el Gobierno, con las que se ha iniciado la renovación de la flota aérea contra incendios del Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona). Este turbohélice, fabricado en Montreal por Canadair Limited, con colaboración española, es el primero que se utilizará en Europa contra fuegos en superficies arboladas. Está considerado como uno de los aviones más versátiles del mundo en su modalidad.

Icona proyecta renovar su flota de aviones...

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El pasado mes de agosto llegó a Santiago de Compostela (Galicia) una serie de 10 unidades de aviones anfibios Canadair CL-215-T, adquiridas por el Gobierno, con las que se ha iniciado la renovación de la flota aérea contra incendios del Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona). Este turbohélice, fabricado en Montreal por Canadair Limited, con colaboración española, es el primero que se utilizará en Europa contra fuegos en superficies arboladas. Está considerado como uno de los aviones más versátiles del mundo en su modalidad.

Icona proyecta renovar su flota de aviones en el plazo de 2,5 años, al término del cual dispondrá de 15 hidroaviones dotados de los sistemas más modernos para apagar fuegos forestales. En este periodo de tiempo, los aparatos que ahora vuelan en España con motor de pistón serán rectificados para adaptarlos a la nueva tecnología desarrollada por el CL-215-T. El Gobierno español ha invertido este año en dicho proyecto 12.600 millones de pesetas."El nuevo Canadair ofrece mejores garantías en la operación de carga de agua en el mar una mayor autonomía de vuelo y una punta de velocidad de 300 kilómetros por hora", declaró a este periódico Santiago Marraco, director del Icona. El primer CL-215-T superó satisfactoria mente las pruebas de humo, va por y agua salina en el túnel de ensayo de la industria aeronáutica canadiense.

El nuevo CL-215-T puede recoger, en 10 segundos, 5.300 litros de agua deslizándose sobre la superficie, de un lago, río u océano. Puede aerotransportar, además, a 35 personas a 1.600 kilómetros de distancia sin necesidad de repostar combustible. Es capaz de amarar, rodar y despegar con olas de hasta 1,2 metros y con ráfagas de viento no superiores a 65 kilómetros por hora. Está preparado para cumplir un amplio abanico de funciones: vigilancia marítima, búsqueda y salvamento en tierra y mar, defensa costera, patrulla de fronteras, transporte de personal y carga, fumigación y extinción de incendios, que será su misión principal en España.

Con la incorporación de este avión anfibio a los servicios aéreos contra incendios, el Ministerio de Agricultura podrá desprenderse de los siete u ocho aviones más antiguos en dicha tarea. Dos de estos aparatos ya han sido vendidos a Italia.

Icona cuenta con 85 aparatos aéreos (18 anfibios, 37 de carga en tierra, tres helicópteros extintores y 27 helicópteros para transporte de cuadrillas). Los anfibios son utilizados en su gran mayoría por el Grupo 43. del Ejército del Aire, con base en Torrejón de Ardoz (Madrid), donde radica la base central.

Los helicópteros son tripulados por la Guardia Civil y pilotos militares. Estos aparatos están distribuidos en 13 comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid, País Valenciano y La Rioja) en función del índice de riesgo de incendios de cada una de ellas.

Prioridades por ordenador

La central de operaciones del servicio contra incendios del Icona, en Madrid, coordina el movimiento de dichas unidades. El orden de prioridades lo establece el ordenador principal del leona. Cuando el incendio es de cierta envergadura, se utilizan aparatos pesados.lcona dispone también de aviones de carga en tierra, de menor capacidad de agua, que suelen operar en pequeñas pistas de aterrizaje en cortafuegos ubicados estratégicamente en medio del monte. En esta operación suelen mezclar dicho líquido con un producto retardante que produce mayor efecto de extinción del fuego.

Algunos helicópteros están preparados para transportar bolsas de agua con el fin de apagar pequeños conatos de fuego en los desplazamientos de las cuadrillas de intervención inmediata

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