La policía encuentra 30 kilos de amonal en un coche interceptado en Barcelona

El vehículo interceptado por la Guardia Civil el pasado jueves en la localidad de Sant Cebrià de Vallalta (Barcelona) iba cargado con unos 30 kilos de amonal, según confirmaron ayer fuentes policiales. Este explosivo es utilizado habitualmente por la organización terrorista ETA. Un portavoz del Gobierno Civil de Barcelona, sin embargo, no quiso confirmar que los ocupantes del automóvil pertenecieran a ETA, ni explicar qué tipo de explosivos transportaban "por razones de seguridad y eficacia policial".

Durante todo el día de ayer, la policía efectuó diversos controles para hallar a los d...

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El vehículo interceptado por la Guardia Civil el pasado jueves en la localidad de Sant Cebrià de Vallalta (Barcelona) iba cargado con unos 30 kilos de amonal, según confirmaron ayer fuentes policiales. Este explosivo es utilizado habitualmente por la organización terrorista ETA. Un portavoz del Gobierno Civil de Barcelona, sin embargo, no quiso confirmar que los ocupantes del automóvil pertenecieran a ETA, ni explicar qué tipo de explosivos transportaban "por razones de seguridad y eficacia policial".

Durante todo el día de ayer, la policía efectuó diversos controles para hallar a los dos ocupantes del automóvil, que están huidos. El operativo resultó infructuoso.El vehículo que conducían los dos presuntos terroristas, un Opel Corsa de color blanco y con matrícula falsa de Barcelona, sufrió una avería el jueves mientras circulaba por la carretera comarcal que une las localidades de Sant Pol de Mar y Arenys de Munt. A la salida de una curva muy cerrada, -ya en el término municipal de Sant Cebriá, la dirección del vehículo quedó bloqueada, Con absoluta normalidad, sus dos ocupantes pidieron auxilio a un policía local que avisó a una grúa y empezó a desviar el tráfico para evitar un posible accidente de circulación.

Según explicaron fuentes de la policía municipal de Sant Cebriá, uno de los ocupantes del vehículo se acercó por detrás al agente que organizaba el tráfico y le quitó el arma. Posteriormente, el presunto terrorista apuntó al guardia y le obligó a subir al coche patrulla. Unos kilómetros más adelante, los secuestradores interceptaron una furgoneta Nissan Vanette; ataron al agente y al conductor de la furgoneta a un árbol y huyeron en este último vehículo, que fue encontrado posteriormente abandonado en la localidad de Mataró, a más de 20 kilómetros del lugar de los hechos.

Fuentes de la Policía Municipal de Sant Cebriá de Vallalta aseguraron ayer que los secuestradores se identificaron como miembros de un comando de la banda terrorista ETA, extremo que el Gobierno Civil de Barcelona se negó a confirmar.

Según la descripción facilitada por la policía de Sant Cebriá, los dos supuestos etarras miden aproximadamente 1,70 y 1,80 metros, respectivamente. Uno de ellos es moreno y el otro, rubio. Este último habla perfectamente catalán, aunque la comunicación entre ellos se efectuó en castellano.

El agente secuestrado, de quien no ha sido facilitada la identidad, tiene poco más de 20 años y hace sólo cuatro o cinco meses que ingresó en la Policía local de Sant Cebriá.

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