Precintada en El Naranjo una vivienda ocupada por jóvenes toxicomanos

El piso 2º D del número 3 del paseo de Santiago de Compostela, en el barrio de El Naranjo, de Fuenlabrada, fue precintado por orden judicial en la tarde de ayer, según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid. La agencia Efe añade que operarios municipales y agentes de la policía local cambiaron las cerraduras del piso. Pocas horas antes, el propietario de la vivienda había presentado en la comisaría de Fuenlabrada una denuncia por ocupación ilegal contra los cuatro jóvenes que vivían en ella desde hacía más de un año.Este piso ha estado en el centro de la polémica suscitada en las úl...

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El piso 2º D del número 3 del paseo de Santiago de Compostela, en el barrio de El Naranjo, de Fuenlabrada, fue precintado por orden judicial en la tarde de ayer, según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid. La agencia Efe añade que operarios municipales y agentes de la policía local cambiaron las cerraduras del piso. Pocas horas antes, el propietario de la vivienda había presentado en la comisaría de Fuenlabrada una denuncia por ocupación ilegal contra los cuatro jóvenes que vivían en ella desde hacía más de un año.Este piso ha estado en el centro de la polémica suscitada en las últimas fechas en torno al tráfico de drogas en El Naranjo. Los vecinos han denunciado en repetidas ocasiones a sus ocupantes como traficantes de droga. Los jóvenes, que reconocen ser toxicómanos y afirman estar tramitando su ingreso en un centro de rehabilitación, han rechazado estas acusaciones.

El precintado del piso se ha efectuado un día después de que Manuel Robles, alcalde en funciones de Fuenlabrada, comunicara a los vecinos de El Naranjo que se había conseguido localizar a su propietario. Y se produce, además, el mismo día en que se celebraba en el barrio una manifestación contra la droga que, convocada por la mancomunidad de vecinos de El Naranjo, contaba con respaldo municipal, dentro del denominado frente común contra la droga, también integrado por los responsables policiales de la localidad.

Los casi 600 vecinos concentrados ayer guardaron 15 minutos de silencio y recogieron firmas en protesta por el tráfico de drogas en la zona, mientras las campanas de la iglesia repicaban, según la agencia Efe.

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