GUERRA EN EL GOLFO

Bush, dispuesto a cerrar puerto de Aqaba para impedir el comercio iraquí

El presidente George Bush, que mañana, jueves, recibirá al rey Hussein de Jordania en una misión desesperada para encontrar una solución negociada al conflicto del golfo Pérsico, se mostró anoche partidario de cerrar el puerto jordano de Aqaba, "si se convierte en un agujero para el comercio iraquí". Sin embargo, Bush ofreció ayuda al reino hachemita para hacer frente a sus actuales dificultades económicas, "siempre que Jordania cumpla sus obligaciones internacionales" y ponga en vigor las sanciones ordenadas por la ONU contra Irak.

Bush, que interrumpió sus vacaciones en la costa de Ma...

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El presidente George Bush, que mañana, jueves, recibirá al rey Hussein de Jordania en una misión desesperada para encontrar una solución negociada al conflicto del golfo Pérsico, se mostró anoche partidario de cerrar el puerto jordano de Aqaba, "si se convierte en un agujero para el comercio iraquí". Sin embargo, Bush ofreció ayuda al reino hachemita para hacer frente a sus actuales dificultades económicas, "siempre que Jordania cumpla sus obligaciones internacionales" y ponga en vigor las sanciones ordenadas por la ONU contra Irak.

Bush, que interrumpió sus vacaciones en la costa de Maine para una visita de dos días a Washington, manifestó en una conferencia de prensa en la Casa Blanca que considera legal el bloqueo naval emprendido por Estados Unidos y el Reino Unido contra el comercio con Irak y que, por su parte, estaba dispuesto a llevarlo adelante a pesar de los recelos que tal acción, calificada por Washington como "interdicción", había provocado entre varios miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.Una hora antes de que Bush iniciara su rueda de prensa, el subsecretario de Estado para asuntos políticos, Robert Kimmit, se reunió con los embajadores de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad con el fin de discutir una propuesta, hecha por el ministro de asuntos exteriores soviético, Eduard Schevardnadze, a su colega norteamericano, James Baker, en el sentido de que la presencia naval internacional en la zona del Golfo actuara bajo bandera de las Naciones Unidas.

Sin embargo, el presidente norteamericano dejó claro en su intervención que Estados Unidos piensa llevar a cabo el bloqueo contra Irak, piensen lo que piensen otros miembros de la organización internacional.

"Estamos actuando dentro de nuestros derechos legales. El mundo desea la puesta en vigor de las sanciones decretadas por la ONU al amparo del artículo 51 de la Carta: "De lo que se trata es de hacer la presencia naval internacional (en el Golfo) más efectiva", comentó Bush en relación a la propuesta de Shevardnadze. Pero, el presidente subrayó que en sus planes no entraba por el momento la posibilidad de que las tropas norteamericanas actúen bajo un mando conjunto de las Naciones Unidas o de que sus barcos naveguen bajo la bandera de la ONU.

Entrevista en Kennebunkport

El anuncio del inesperado viaje a Estados Unidos del rey Hussein, que el lunes se reunió en Bagdad con Saddam Hussein, acaparó la mayor parte de las declaraciones del presidente norteamericano. Bush recibirá mañana, jueves, al monarca hachemita en su residencia veraniega de Kennebunkport, en la costa de Nueva Inglaterra.

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Según informaciones procedentes de Ammán, Hussein pretende una última mediación con Bush para evitar un conflicto bélico de consecuencias incalculables en Oriente Próximo. Sin embargo, el presidente no se mostró particularmente optimista sobre las posibilidades de mediación por parte del monarca jordano. Por el contrario, Bush dejó bien claro que no tenía intención de dejar agujeros por donde pudiera colarse el tráfico comercial con Irak y se mostró partidario del cierre del puerto de Aqaba, única salida jordana al mar Rojo, "si [esta vía] se convierte en un agujero que permita el flujo del comercio iraquí".

Sin embargo, Bush ofreció ayuda económica a Jordania procedente de Estados Unidos "y de otros países" con una condición: que "ese país cumpla sus obligaciones con relación a las sanciones" impuestas a Irak por las Naciones Unidas.

El monarca hachemita, considerado en el pasado por Bush como un amigo personal, ha sido duramente criticado por la Administración norteamericana por lo que Washington considera una actitud "demasiado comprensiva y complaciente" ante las acciones iraquíes. Hasta el momento, Jordania, que recibe más del 95% de su petróleo de Irak, sólo se ha mostrado dispuesta a "estudiar" las sanciones contra Bagdad aprobadas por la organización internacional, pero no ha cerrado ni su frontera terrestre ni el puerto de Aqaba en el Mar Rojo al tráfico de mercancías hacia y desde Irak.

La única puerta

En los momentos actuales y como consecuencia del bloqueo naval internacional contra la navegación iraquí, Aqaba es la única puerta abierta a Saddam Hussein para enviar o recibir suministros del exterior. Unidades de la Sexta Flota norteamericana, con el portaviones Eisenhower como buque-insignia, se encuentran en posición en el Mar Rojo dispuestas a frustrar cualquier intento de burlar el bloqueo a través del puerto jordano.

El rey Hussein se encuentra entre la espada y la pared y es consciente de que su trono está asentado sobre un barril de pólvora. De una parte, Jordania, con un endeudamiento superior a los 9.000 millones de dólares, no puede prescindir de las divisas que le paga Irak por el paso de crudo por su territorio. De otra, su vecino, Israel, ha advertido de forma inequívoca que cualquier intento iraquí de intervenir en Jordania sería considerado por Tel Aviv como un acto de agresión.

Por otra parte, Estados Unidos afirmó ayer que bajo ninguna circunstancia utilizaría su arsenal de armas químicas contra Irak pero que está dispuesto a descargar todo su potencial bélico contra el presidente iraquí, Saddam Hussein, si "comete la locura" de hacer uso de este tipo de armamento. "No puedo concebir ninguna situación en la que Estados Unidos utilizaría armas químicas", dijo el secretario de Defensa, Dick Cheney. "Pero, el presidente tiene a su disposición un amplio abanico de posibilidades militares si Saddam Hussein comete la locura de utilizarlas", añadió.

El jefe del Pentágono tiene previsto el viernes regresar a Arabia Saudí para discutir la situación militar sobre el terreno con los comandantes norteamericanos y con las autoridades saudíes. Según Cheney, que no excluyó el empleo de reservistas si la situación así lo requiere, el despliegue militar de Bagdad en Kuwait y en el territorio inmediatamente contiguo al emirato asciende actualmente a 200.000 efectivos.

La absoluta mayoría de la población jordana está a favor del presidente iraquí, Sadam Husein, y sería muy difícil para el reino imponer un bloqueo informa desde Ammán Georgina Higueras. Bagdad es el principal socio comercial de Ammán, con lo que este pequeño país sufriría las consecuencias del bloqueo tanto como si se le impusieran a el.

El monarca jordano quiere explicarle directamente al secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, lo que supondría para Jordania cumplir el bloqueo. "Sufriríamos enormemente si aplicáramos las sanciones", declaró ayer el príncipe heredero Hassan.

El canal de Suez

En Egipto también existen dudas sobre el bloqueo, informa desde El Cairo Ángeles Espinosa. "Egipto no puede cerrar el canal de Suez al paso de navíos que vayan o provengan de Irak", dijo ayer una fuente portuaria de Port Said. De acuerdo con el tratado de Constantinopla de 1888, dicha medida está restringida a las situaciones de guerra, lo que no es el caso, de momento, entre El Cairo y Bagdad. Tal eventualidad se ha planteado ante la llegada al canal del carguero iraquí Balques, que, según todos los indicios, transporta armamento para el régimen de Bagdad.

El buque, procedente de Gdansk -donde habría cargado las armas-, se dirigía ayer a Port Said, en la entrada norte del canal, vigilado de cerca por barcos de la VI Flota norteamericana destacada en el Mediterráneo.

Fuentes periodísticas estadounidenses se hicieron eco a primera hora de ayer de una solicitud norteamericana a Egipto para que prohibiera el paso al Balques. Aunque El Cairo ha repetido la respuesta que pocos días antes diera a una petición similar iraquí, ayer tarde responsables políticos y de la autoridad del canal de Suez se encontraban reunidos para estudiar todos los aspectos jurídicos del caso.

"Si bien la prohibición total no es posible, existe el recurso a declarar la carga peligrosa para la seguridad nacional", explicó la misma fuente. Egipto tiene derecho a inspeccionar el contenido de los barcos que atraviesan el canal y negar, en función de ello, su paso. Durante el trayecto del mismo, unos 120 kilómetros, todas las embarcaciones pasan a estar bajo su jurisdicción e incluso físicamente son pilotos egipcios quienes las dirigen.

La decisión es muy delicada para el Gobierno de El Cairo, ya que su deseo de complacer a Washington puede acarrearle la ira de Irak, que sin duda vería en ello un casus belli, dado que la ONU no ha decretado un bloqueo, sino un embargo contra las importaciones y exportaciones de Bagdad. El canal de Suez es la vía más áctiva de comercio entre Irak y los países europeos.

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