Cartas al director

Carta al señor Juan Goytisolo

Lástima que, siendo un intelectual tan europeo, sólo vea usted en la política cultural de la editorial Seix Barral, en la época en que estaba de director literario el señor Carlos Barral, tantos equívocos.Lástima que en. su primer artículo de EL PAíS no recordara ni la fecha ni el ganador del Premio Biblioteca Breve de 1965, y lo recuerde cuando contesta la carta de Juan Marsé, atreviéndose a corregir su prosa. Cuánto ha aprendido usted, señor Goytisolo. Quizá está resentido por lo que decía de sus primeros libros el editor Barral: "Ese Goytisolo no sabe poner ni los adjetivos ni los adverbios...

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Lástima que, siendo un intelectual tan europeo, sólo vea usted en la política cultural de la editorial Seix Barral, en la época en que estaba de director literario el señor Carlos Barral, tantos equívocos.Lástima que en. su primer artículo de EL PAíS no recordara ni la fecha ni el ganador del Premio Biblioteca Breve de 1965, y lo recuerde cuando contesta la carta de Juan Marsé, atreviéndose a corregir su prosa. Cuánto ha aprendido usted, señor Goytisolo. Quizá está resentido por lo que decía de sus primeros libros el editor Barral: "Ese Goytisolo no sabe poner ni los adjetivos ni los adverbios, y sus personajes extraen siempre los cigarrillos de los bolsillos". Sí tiene usted tan estropeada la mernoria, pregunte a su hermano Luis. Él estaba de jurado en el premio en el que quedó finalista el señor Puig. Y que también le cuente por qué este libro no se publicó en Seix Barral. En aquellos años había una entidad que se llamaba censura. Fueron denegados últimas tardes con Teresa y La traición de Rita Hayworth. Juan Marsé fue a Madrid y pidió una entrevista con el señor Robles Piquer, responsable en aquella época de la publicación de los libros en España, convenciéndolo. Así se publicó Últimas tardes con Teresa como Premio Biblioteca Breve en 1965, y no el de Manuel Puig, que no pudo o no quiso hacer esta gestión.

Creo que ocurrió lo mismo con la censura y Severo Sarduy, y en cuanto a Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, nunca fue rechazado por Seix Barral. Seamos serios, señor Goytisolo, fue perdida la opción, y usted, que ha trabajado en una editorial como Gallimard, debe saber de qué se trata. Se recibió un telegrama reclamando la opción en el mes de agosto, cuando la editorial estaba cerrada. Así se perdió la opción y la publicación.

Lástima que hable usted de alcaldadas en su artículo del día 27 de julio de 1990, y no recuerde la sucia maniobra del telegrama enviado desde París, firmado por Madariaga cuando éste se hallaba en Londres, telegrama que cambió las votaciones del Premio Formentor a favor del libro Le long voyage, de Jorge Semprún. Lástima.

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Deje usted tranquilos a los muertos, señor Goytisolo, ellos no pueden defenderse, y cuide de los vivos que son amigos de Carlos Barral.

Secretaria de Seix Barral en 1965.

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