Prensa, 'mili' y Universidad
En la biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alicante debe de haber más de 10.000 ejemplares. Pero no existe hemeroteca. Y eso que los periódicos se fabrican con letras, que son precisamente nuestro objeto de estudio. Que yo sepa, la técnica tipográfica es todavía independiente del color de la piel de la letras. Porque éstas usan de un maquillaje común universal.Cada curso pensaba en el siguiente. Pero las esperanzas se agotaron cuando llegué a quinto. Como también parte de mis cuartos en concepto de copas sabatinas.
En la biblioteca del acuartelamiento Pal...
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En la biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alicante debe de haber más de 10.000 ejemplares. Pero no existe hemeroteca. Y eso que los periódicos se fabrican con letras, que son precisamente nuestro objeto de estudio. Que yo sepa, la técnica tipográfica es todavía independiente del color de la piel de la letras. Porque éstas usan de un maquillaje común universal.Cada curso pensaba en el siguiente. Pero las esperanzas se agotaron cuando llegué a quinto. Como también parte de mis cuartos en concepto de copas sabatinas.
En la biblioteca del acuartelamiento Palafox, donde realizo el servicio militar obligatorio, existen menos volúmenes que potenciales lectores. Que, por lo demás, son soldados, siendo su cometido específico bien distinto de aquél. Como así se demuestra. Pero se reciben seis diarios de información general, entre los que se encuentra el de su dirección. Y pienso lo libre que soy, pese al régimen disciplinario propio de aquí. Y me congratulo de reencontrarme cada mañana con la palabra. Y sin haber pagado tasas académicas. Y sin terciar en presupuestos, y esas cosas. Y soy casi feliz. Y no me desvinculo del mundo, ni él de mí.
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Mucho me costaría vivir en un mundo sin libros, pero la realidad no está en ellos, puesto que no cabe entera, dijo acertadamente Marguerite Yourcenar. La que falta, digo yo, está en el periódico nuestro de cada día, aquel que nos espera, como el fresco del barrio, en el quiosco habitual. Tome nota quien corresponda.- Bernat Sirvent.