Tribuna:

Del corro al cierre

El mercado de valores madrileño ha conseguido un nuevo máximo anual gracias a la creación de algo muy parecido al corro de última hora. Esos 10 minutos previos al cierre del mercado han demostrado ser mágicos, por cuanto recogen en sí lo mejor del día y del entorno. Ayer, después de una larga sesión que se olvidó de las declaraciones del ministro de Economía, de los rumores sobre el IPC y de las previsiones a medio plazo, esos minutos finales fueron como una recopilación tardía pero efectiva de lo que el recorte del día anterior en Nueva York había hecho olvidar. Sólo faltó el dinero, pero se ...

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El mercado de valores madrileño ha conseguido un nuevo máximo anual gracias a la creación de algo muy parecido al corro de última hora. Esos 10 minutos previos al cierre del mercado han demostrado ser mágicos, por cuanto recogen en sí lo mejor del día y del entorno. Ayer, después de una larga sesión que se olvidó de las declaraciones del ministro de Economía, de los rumores sobre el IPC y de las previsiones a medio plazo, esos minutos finales fueron como una recopilación tardía pero efectiva de lo que el recorte del día anterior en Nueva York había hecho olvidar. Sólo faltó el dinero, pero se puso de manifiesto una vez más que es Wall Street quien genera máximos o fuerza abandonos.Los sectores financieros volvieron a marcar la pauta, aunque en esta ocasión contaron con el apoyo del grupo químico y, sobre todo, de Repsol. El volumen negociado descendió ante la indecisión de los compradores, tal vez porque el mercado lleva tres meses valorando el recorte en los tipos de interés y ahora que parece estar cerca el momento hay quien piensa que puede ser la mejor ocasión para materializar plusvalías.

En cualquier caso, la publicación del IPC de junio esta mañana provocará reacciones, sea cual sea el resultado que se dé a conocer.

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