Cartas al director

Brutal selectividad

Recientemente se han celebrado en la Universidad de Castilla-La Mancha las pruebas de selectividad. Un año más ha quedado patente la brutalidad que suponen estos exámenes, nacidos ante las deficiencias de medios y profesores de la Universidad de los años setenta y la avalancha de alumnos hacia ella.La reflexión a la que me ha conducido el haber realizado eetos exámenes es, sin duda, la que ya se plantearon otros. ¿Cómo es posible que en dos días y medio se pueda determinar el futuro universitario de un estudiante, y, por consiguiente, su futuro profesional en unas circunstancias agoblantes? ¿D...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Recientemente se han celebrado en la Universidad de Castilla-La Mancha las pruebas de selectividad. Un año más ha quedado patente la brutalidad que suponen estos exámenes, nacidos ante las deficiencias de medios y profesores de la Universidad de los años setenta y la avalancha de alumnos hacia ella.La reflexión a la que me ha conducido el haber realizado eetos exámenes es, sin duda, la que ya se plantearon otros. ¿Cómo es posible que en dos días y medio se pueda determinar el futuro universitario de un estudiante, y, por consiguiente, su futuro profesional en unas circunstancias agoblantes? ¿De qué sirve haber aprobado el COU, calificado a lo largo de ocho meses por unos profesores objetivos y con unos exámenes de mayor calidad que los propuestos en Selectividad?

Resulta curioso cómo unas pruebas cuyo fin es frenar el acceso al nivel universitario las superen entre el 85% y el 90% de los presentados. Dejando así un escaso margen de suspensos y masificando igualmente la Universidad. Pero el problema no reside tanto en los suspensos como en los aprobados, en los que se da la aberración de que una décima de punto puede ser decisiva

Pasa a la página siguiente

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Brutal selectividad

.

Archivado En