Las descalificaciones de Guerra en sus últimos mítines endurecen la campaña electoral andaluza

La intervención de Alfonso Guerra de anoche en Jaén criticando duramente a la derecha y la del sábado en Córdoba, feudo de Julio Anguita, descalificando al líder de Izquierda Unida con la comparación de su programa político con los asesinatos de Stalin en la URSS han puesto la campaña andaluza en un alto nivel de crispación cuando aún faltan 12 días para la jornada electoral del 23 de junio. Guerra ha roto el tono monocorde de la campaña empleado por el candidato socialista, Manuel Chaves.

El vicepresidente del Gobierno acusó anoche en Jaén a los empresarios andaluces de pretender. impe...

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La intervención de Alfonso Guerra de anoche en Jaén criticando duramente a la derecha y la del sábado en Córdoba, feudo de Julio Anguita, descalificando al líder de Izquierda Unida con la comparación de su programa político con los asesinatos de Stalin en la URSS han puesto la campaña andaluza en un alto nivel de crispación cuando aún faltan 12 días para la jornada electoral del 23 de junio. Guerra ha roto el tono monocorde de la campaña empleado por el candidato socialista, Manuel Chaves.

El vicepresidente del Gobierno acusó anoche en Jaén a los empresarios andaluces de pretender. impedir la victoria socialista en las próximas elecciones autonómicas y de dificultar el derecho de los trabajadores a ejercer el voto. "Los mismos que robaron el voto durante 40 años quieren ahora impedirlo de nuevo", dijo.Guerra salía así al paso de las declaraciones del presidente de los empresarios andaluces, Manuel Otero Luna, partidario de que los patronos no paguen las cuatro horas libres a las que tienen derecho los trabajadores para votar. Guerra indicó que "de una forma u otra, estableceremos las medidas necesarias para garantizar la participación electoral".

Ante unos 5.000 simpatizantes de Jaén, el lugar preferido por Guerra para celebrar sus mítines, las primeras palabras del vicepresidente fueron para advertir que no iba "a dar caña". Guerra reconoció que en Jaén, la provincia española con mayor porcentaje de electores socialistas, es donde se comunica mejor con sus simpatizantes, y afirmó: "El odio de la derecha no es nada para mí comparado con vuestro cariño'.

La mayor parte de los 35 minutos de intervención del vicepresidente estuvieron dedicados a descalificar a la derecha, a la que tachó de "papanatas", y afirmó que concurre a las elecciones con un conglomerado de siglas en pelotón contra el PSOE. "Les hace falta un poquito más de inteligencia para transmitir un mensaje creíble y tener posibilidades algún día de ganar unas elecciones", añadió.

Descalificaciones

La campaña andaluza entró ayer en su cuarto día marcada por las alusiones de Guerra el sábado a Julio Anguita y el rosario de descalificaciones que dirigió hacia Pedro Pacheco, candidato andalucista, así como a Gabino Puche, cabeza de lista del PP por Sevilla. Pacheco dijo ayer en Sevilla que no responderá a los ataques del vicepresidente del Gobierno. "Sólo esperamos que dimita. Si dimite dignificaría la vida política española, porque está demostrado que es el mayor mentiroso de la historia de España", precisó.En las filas del PP, la reacción a las palabras de Guerra, que llegó a ridiculizar en público a Gabino Puche simplemente por el origen de su nombre de pila, fue madrugadora. Puche, que visitaba ayer Palma del Río, manifestó que sentía "tristeza" por las palabras del vicepresidente, a las que calificó de "rebuznos".

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Por su parte, el candidato de IU, Felipe Alcaraz, aseguró en Jaén que el ataque de Guerra contra la coalición demuestra que ésta asciende en las encuestas electorales, "pues de lo contrario, no se habría ocupado de nosotros". Alcaraz, que consideró una aberración la referencia del vicepresidente del Gobierno a Stalin para hablar de la forma de gobierno propuesta por IU, indicó: "Antes, cuando veíamos venir a Guerra, nos echábamos a temblar, ahora, cuando oímos su nombre nos llevamos la mano a la cartera".

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