El Gobierno, prudente ante las iniciativas internacionales de la Generalitat

El Gobierno español ha decidido actuar con prudencia y mantenerse en silencio ante la nueva plataforma política de proyección europea de Cataluña, que se ha asociado con otras regiones europeas para crear el grupo denominado Cuatro motores de Europa. La nueva agrupación, auspiciada por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, está integrada además de por Cataluña, por la región italiana de Lombardía, la francesa de Ródano-Alpes y el land alemán de Baden-Württemberg y mantiene conversaciones para la adscripción de la región canadiense de Ontario.Durante una semana estas regio...

El Gobierno español ha decidido actuar con prudencia y mantenerse en silencio ante la nueva plataforma política de proyección europea de Cataluña, que se ha asociado con otras regiones europeas para crear el grupo denominado Cuatro motores de Europa. La nueva agrupación, auspiciada por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, está integrada además de por Cataluña, por la región italiana de Lombardía, la francesa de Ródano-Alpes y el land alemán de Baden-Württemberg y mantiene conversaciones para la adscripción de la región canadiense de Ontario.Durante una semana estas regiones han realizado una exposición en la Feria de Barcelona sobre la actividad de sus territorios, a los que han presentado como propulsores de la economía de sus respectivos países y del resto de Europa. La muestra, que tiene diferentes ámbitos, trata del turismo y deportes, tecnología, diseño y moda y arte y cultura y subraya la necesidad de contar con las regiones en la construcción europea.

Medios oficiales han reconocido a este diario que aunque no hay una posición definida por parte del Gobierno, el presidente del Ejecutivo ha comentado con el ministro de Administraciones Públicas, Joaquín Almunia, que dada la situación en que se encuentra el proceso europeo no es conveniente adoptar posturas radicales.

Estos mismos medios consideran que no tendría sentido que España se pronunciara por su cuenta cuando otros gobiernos europeos con una implantación mucho más centralista en sus respectivos países están igualmente implicados y guardan silencio. "La prudencia obliga a callar", indicó con claridad una fuente gubernamental.