Chaves dice que ningún andaluz pregunta por Juan Guerra
El candidato socialista a la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, aseguró ayer que los ciudadanos andaluces no le preguntan nunca por Juan Guerra, ni tampoco por su compañero y actual presidente, José Rodríguez de la Borbolla, al que sustituye en estas elecciones por decisión del partido. Chaves, en el segundo día de campaña electoral, quiso dejar claro ayer en Granada que no hará alusiones a sus adversarios políticos, ya que tiene marcada su estrategia sobre la tesis de que será él próximo presidente.Manuel Chaves se ha propuesto no hacer concesiones a la galería ni abandonar un estilo presiden...
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El candidato socialista a la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, aseguró ayer que los ciudadanos andaluces no le preguntan nunca por Juan Guerra, ni tampoco por su compañero y actual presidente, José Rodríguez de la Borbolla, al que sustituye en estas elecciones por decisión del partido. Chaves, en el segundo día de campaña electoral, quiso dejar claro ayer en Granada que no hará alusiones a sus adversarios políticos, ya que tiene marcada su estrategia sobre la tesis de que será él próximo presidente.Manuel Chaves se ha propuesto no hacer concesiones a la galería ni abandonar un estilo presidencial e institucional con un mensaje plagado de proyectos de futuro. Así, todas sus intervenciones, en tono muy sobrio e incluso en algunos momentos solemnes, están plagadas de la coletilla "me propongo hacer desde la presidencia de la Junta", y se extiende sobre los planes para el crecimiento económico de Andalucía junto a la solidaridad entre las provincias para no producir desequilibrios.
El candidato socialista despacha con la sentencia de que no está dispuesto a hacer "declaraciones sobre declaraciones" las alusiones que de él hacen otros adversarios políticos, y da a entender que las cuestiones que plantean los medios de comunicación no están entre las preocupaciones de los andaluces. "Nadie me pregunta por Juan Guerra, salvo los periodistas", dijo Chaves.
Tan sólo se mostró un tanto beligerante por la actitud de la patronal andaluza, dispuesta a no remunerar las cuatro horas que los trabajadores tienen el día de la jornada electoral para ejercer su derecho al voto.