Tribuna:

A la sombra del análisis ácido

Los analistas más ácidos hablan de un descenso del beneficio por acción de las sociedades durante los primeros cuatro meses del año y culpabilizan de ello a las restricciones crediticias. Un alud de suspensiones de pagos de empresas pequeñas y medianas de sectores con mucha tradición industrial en Cataluña proyecta su agorera sombra sobre el patio de operaciones de la Bolsa de Barcelona. La falta de liquidez es para todos, aunque las quiebras técnicas no amenacen a las sociedades cotizadas. Nadie debe olvidar en estos casos que la Bolsa sirve precisamente para evitar que las empresas apelen ún...

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Los analistas más ácidos hablan de un descenso del beneficio por acción de las sociedades durante los primeros cuatro meses del año y culpabilizan de ello a las restricciones crediticias. Un alud de suspensiones de pagos de empresas pequeñas y medianas de sectores con mucha tradición industrial en Cataluña proyecta su agorera sombra sobre el patio de operaciones de la Bolsa de Barcelona. La falta de liquidez es para todos, aunque las quiebras técnicas no amenacen a las sociedades cotizadas. Nadie debe olvidar en estos casos que la Bolsa sirve precisamente para evitar que las empresas apelen únicamente al crédito bancario, puesto que sus propias emisiones les permiten captar recursos en el mercado. Por otra parte, culpar de la falta actual de liquidez a las normas sobre restricciones de crédito es afrontar el tema en términos de círculo vicioso. El pez se muerde la cola. La sesión que cierra semana demostró que la Bolsa se adapta a la ambigüedad de los grandes datos macroeconómicos y que la inversión dispuesta se la juega con los energéticos. Alguna eléctrica, la empresa nacional de hidrocarburos y el teléfono se llevaron el escaso dinero.

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