El nuevo IRPF modificará el sistema de declaración de pequeños empresarios para reducir el fraude

, El nuevo impuesto sobre la renta modificará radicalmente el sistema de declaración de pequeños empresarios con el objetivo de elevar la "progresividad real" del IRPF. A cambio, Hacienda reducirá el peso fiscal que soportan las rentas que no tienen una vía de escape fácil y alejará la renta mínima con la que se alcanza el tipo impositivo marginal del IRPF. Este tipo máximo, en cualquier caso, no será inferior al 50%. La reforma fiscal en marcha intentará, además de avanzar en la progresividad de hecho del impuesto, modificar el tratamiento del delito fiscal y ampliar los medios con que cuent...

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, El nuevo impuesto sobre la renta modificará radicalmente el sistema de declaración de pequeños empresarios con el objetivo de elevar la "progresividad real" del IRPF. A cambio, Hacienda reducirá el peso fiscal que soportan las rentas que no tienen una vía de escape fácil y alejará la renta mínima con la que se alcanza el tipo impositivo marginal del IRPF. Este tipo máximo, en cualquier caso, no será inferior al 50%. La reforma fiscal en marcha intentará, además de avanzar en la progresividad de hecho del impuesto, modificar el tratamiento del delito fiscal y ampliar los medios con que cuenta la administración tributaria.

"El nuevo impuesto sobre la renta intentará ser más progresivo en la práctica", aseguró ayer el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, tras una comparecencia en el Senado. Esta mejora de la progresividad se apoyará en "la reducción de la carga fiscal de las rentas que han cumplido su obligación con Hacienda, mientras se amplía el control para aquellas que tienen más facilidad para eludir la tributación". La elevación de la renta con la que se alcanza el tipo impositivo máximo y el cambio radical del sistema de declaración de los pequeños empresarios seríán las dos vías para conseguir esa mayor progresividad.Los pequeños empresarios que quieran utilizar la estimación objetiva para hacer su declaración de la renta deberán seguir el sistema de contabilidad de las sociedades en sus empresas y, además, deberán diferenciar entre su patrimonio y renta personal y el de su empresa. Con este mayor control de la contabilidad de ingresos y gastos, Hacienda intentará evitar que estos pequeños empresarios inflen los gastos necesarios de su negocio y, por tanto, declaren una renta muy inferior de la que en realidad ganan.

A este mayor control de la contabilidad se unirá la modificación de la estimación objetiva, que es la alternativa que también ahora tienen los pequeños empresarios que prefieren no seguir una contabilidad organizada de su negocio. A partir de ahora, la estimación objetiva no se apoyará en la cifra de ventas que declaren estos empresarios -lo que también ha, soportado cierta tendencia hacia el fraude- sino en una serie de "parámetros objetivos" que midan indirectamente el volumen de negocio. Un ejemplo de esos indicadores, que serán distintos según los sectores de actividad, sería el número de mesas y empleados en un bar, o la situación más o menos céntrica de una tienda.

Dos fuentes de fraude

Esta modificación del sistema de declaración de los pequeños empresarios intenta evitar dos fuentes de fraude que, según fuentes de la Administración, existen en la actualidad. El fraude en renta de estos pequeños empresarios "contamina,, el resto del sistema fiscal, ya que les induce a modificar los pagos en el IVA para que las dos declaraciones sean consistentes. La implantación del nuevo sistema de estimación objetiva tiene el inconveniente de que, para ser más eficiente que el actual, requiere una ampliación de los medios humanos y materiales con que cuenta la administración tributarla.

El objetivo de esta modificación es recolocar en su ubicación real buena parte de las rentas que ahora, por la vía del fraude, se sitúan en la banda baja del IRPF. A cambio, la reforma reducirá la presión fiscal de las rentas que no tienen posibilidad de escape -principal mente las del trabajo- por la vía de elevar la renta a la que se alcanza el tipo marginal de IRPF, aunque éste, en ningún caso, quedará por debajo del 50%.

El fraude fiscal es uno de las mayores preocupaciones del Gobierno en esta reforma, según expuso ayer -a puerta cerrada- el secretario de Estado de Hacienda al grupo parlamentario socialista en el Congreso. Borrell comentó a los diputados socialistas que el delito fiscal se está convirtiendo en una de las puertas abiertas al fraude.

Una de las conclusiones de la reunión que responsables de Hacienda y fiscales mantuvieron el lunes en la localidad madrileña de Los Peñascales e que la vía penal, que se aplica cuando el fraude al fisco supera los cinco millones de pesetas es mucho menos costosa par el defraudador que la vía administrativa, que es la que soportan los que defraudan menos de cinco millones. La solución a arbitrar pasa, por tanto, por eliminar cualquier diferencia de trato a los defraudadores en función de la cuantía, ya que es una medida que se ha vuelto en contra del objetivo de castigar más al mayor defraudador.

El responsable de Hacienda expresó ayer en el Senado su preocupación por la posible inconstitucionalidad de que las plusvalías, o ganancias de capital, tributen de forma diferente que el resto de las rentas. "No me parece justo ni respetuoso que los sueldos tributen por tarifa progresiva y las plusvalías por una proporcional", señaló.

Borrell insistió en las dudas del Ministerio de Economía y Hacienda sobre la capacidad de las medidas fiscales de elevar el ahorro de las familias. Con todo, aceptó que se tomaría algún tipo de medidas, siempre que, a cambio, no reduzcan el ahorro del sector público. Una de las decisiones que cuenta con mayores posibilidades, según fuentes de la Administración, es la implantación de un mínimo exento de rentas de capital, que se situaría por encima de las 100.000 pesetas anuales.

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