El presidente chino asegura que Deng goza de "muy buena salud"

El presidente de la República Popular China, Yang Shangkun, desmintió ayer los recientes rumores sobre el precario estado de salud e incluso sobre la muerte del líder Deng Xiaoping, al asegurar en conferencia de prensa antes de partir en viaje oficial a Latinoamérica que el viejo líder disfruta de "muy buena salud".Deng Xiaoping, de 85 años de edad, que abandonó la presidencia de la Comisión Militar Central del Estado, su último cargo, puramente protocolario, el pasado mes de marzo, pero que todavía ejerce tina decisiva influencia en el liderazgo político chino, recibió en la mañana de ayer, i...

El presidente de la República Popular China, Yang Shangkun, desmintió ayer los recientes rumores sobre el precario estado de salud e incluso sobre la muerte del líder Deng Xiaoping, al asegurar en conferencia de prensa antes de partir en viaje oficial a Latinoamérica que el viejo líder disfruta de "muy buena salud".Deng Xiaoping, de 85 años de edad, que abandonó la presidencia de la Comisión Militar Central del Estado, su último cargo, puramente protocolario, el pasado mes de marzo, pero que todavía ejerce tina decisiva influencia en el liderazgo político chino, recibió en la mañana de ayer, informó Yang a los periodistas, "en calidad de viejo amigo, puesto que está retirado", al presidente egipcio, Hosni Mubarak, antes de que éste viajase a Corea del Norte, después de una visita oficial de tres días a China.

"Es natural que se diga poco de él y que no salga en la prensa, ya que no ejerce ningún cargo en el partido ni en el Estado, pero les aseguro que continúa jugando el bridge" (su afición más conocida y en la que está considerado como un experto), añadió.

Yang Shangkun inicia esta visita oficial a México, Brasil, Uruguay, Argentina y Chile a invitación de sus respectivos presidentes pero con un año de retraso. Debía haberla efectuado en mayo de 1989, pero tuvo que posponerla debido a la situación interna china, en pleno auge del movimiento en favor de la democracia que fue aplastado por el ejército el 4 de junio en Pekín, donde murieron centenares de personas.

El presidente chino afirmó que concedía importancia a esta visita y que se sentía "muy feliz de ser el primer jefe de Estado chino que visita Latinoamérica", cuyas relaciones con la República Popular China, a pesar de su lejanía, "se han incrementado notablemente en los últimos años". Uno de los objetivos de la política exterior china es afianzar sus relaciones e influencia con los países en vías de desarrollo y los no alineados, después de la pérdida de la buena imagen que tenía en el mundo hasta los sucesos de junio pasado y que dieron lugar a la imposición de sanciones económicas por parte de los países desarrollados.